Saltar al contenido

¿Qué alimentos no debe consumir una persona con demencia senil?

¿Qué alimentos no debe consumir una persona con demencia senil?

Herramienta de evaluación de las comidas con demencia

La dieta MIND recomienda el consumo frecuente de verduras de hoja verde. La col rizada, las espinacas, el brócoli, las berzas y otras verduras están repletas de vitaminas A y C y otros nutrientes. Las dietas mediterránea y DASH no recomiendan específicamente este tipo de verduras, pero el estudio de la dieta MIND descubrió que incluirlas además de otras verduras marcaba la diferencia a la hora de reducir el riesgo de padecer Alzheimer.

Al igual que otras dietas centradas en la pérdida de peso y la salud del corazón, la dieta MIND hace hincapié en la importancia de las verduras para la salud del cerebro. Los investigadores recomiendan comer una ensalada y al menos otra verdura cada día para reducir el riesgo de Alzheimer.

Los frutos secos son un buen tentempié para la salud del cerebro, según el estudio de la dieta MIND. Los frutos secos contienen grasas saludables, fibra y antioxidantes, y otros estudios han descubierto que pueden ayudar a reducir el colesterol malo y el riesgo de enfermedades cardíacas. La dieta MIND recomienda comer frutos secos al menos cinco veces por semana.

Dieta para el Alzheimer

Es posible que una persona con demencia no sea capaz de reconocer cuándo tiene sed o de comunicar su sed. Esto significa que puede ser difícil para ellos beber los ocho o diez vasos o tazas de líquido recomendados al día. Puede intentarlo:

Algunos problemas de alimentación y bebida asociados a la demencia pueden llevar a la pérdida de peso y a la desnutrición. Aunque los problemas pueden estar directamente relacionados con su demencia, puede haber problemas médicos subyacentes como:

Si ha notado cambios en el apetito de la persona, en sus hábitos de comer o beber, es una buena idea reservar una revisión con su médico de cabecera o dentista para descartar otras causas. No comer o beber lo suficiente puede provocar problemas como deshidratación, estreñimiento, infecciones del tracto urinario (ITU) y pérdida de peso, lo que puede empeorar los síntomas de la demencia.

Mientras que a la mayoría de los jóvenes se les aconseja seguir una dieta baja en grasas y azúcares, las personas mayores y las que padecen demencia necesitan más nutrientes, proteínas y calorías. Lo ideal es que también tomen un suplemento de vitamina D de 10 microgramos (disponible en farmacias) todos los días.

Alzheimer y demencia

¿Puede el consumo de un alimento específico o el seguimiento de una dieta concreta ayudar a prevenir o retrasar la demencia causada por la enfermedad de Alzheimer? Muchos estudios sugieren que lo que comemos afecta a la capacidad del cerebro que envejece para pensar y recordar. Estos hallazgos han llevado a investigar los patrones generales de alimentación y si pueden marcar la diferencia.

La dieta mediterránea, la dieta MIND (que incluye elementos diseñados para reducir la presión arterial) y otros patrones de alimentación saludable se han asociado a beneficios cognitivos en los estudios, aunque las pruebas no son tan sólidas como las de otras intervenciones como la actividad física, la presión arterial y el entrenamiento cognitivo. Actualmente, los investigadores están probando con más rigor estas dietas para ver si pueden prevenir o retrasar la enfermedad de Alzheimer o el deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Los cambios en el cerebro pueden producirse años antes de que aparezcan los primeros síntomas del Alzheimer. Estos cambios cerebrales tempranos sugieren una posible ventana de oportunidad para prevenir o retrasar los síntomas de la demencia. Los científicos están estudiando muchas formas posibles de hacerlo, como fármacos, cambios en el estilo de vida y combinaciones de estas intervenciones. A diferencia de otros factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer que no podemos cambiar, como la edad y la genética, las personas pueden controlar las opciones de estilo de vida, como la dieta, el ejercicio y el entrenamiento cognitivo.

Alzheimer en fase tardía

Las personas con demencia experimentan olvidos y pérdida de memoria. También pueden presentar cambios de personalidad y deterioro del pensamiento. Muchas personas con demencia no siguen una dieta especial. Sin embargo, no es raro que las personas con demencia luchen por mantener un peso corporal saludable.

Con la demencia severa, los individuos también pueden perder la capacidad de distinguir los alimentos de los objetos no alimentarios. Esto puede llevar a sustituir la ingesta de alimentos por otros que no se pueden digerir o que incluso pueden ser tóxicos.

Aunque Internet está inundado de información sobre cómo varias vitaminas y minerales pueden ayudar a prevenir o incluso revertir la demencia, en este momento la investigación es limitada. Sin embargo, si un individuo tiene una deficiencia de vitaminas o minerales, se puede recomendar un suplemento. Algunas deficiencias vitamínicas están asociadas a problemas de memoria y mejoran después de ser diagnosticadas y tratadas.

La investigación sobre alimentos y patrones alimenticios específicos para revertir la demencia es limitada. Sin embargo, hay algunas investigaciones que sugieren que ciertos patrones de alimentación pueden desempeñar un papel en la prevención o el retraso de la aparición de la demencia. La dieta mediterránea, la dieta DASH y la dieta MIND han sido estudiadas por su papel en la prevención de la demencia con algunos resultados prometedores. En este momento, se necesita más investigación para entender los efectos preventivos de estas dietas.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad