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¿Cómo se hace el orujo gallego?

¿Cómo se hace el orujo gallego?

Licor de Chipre

Galicia no es la España de la concepción popular, y dista mucho de la imagen de playas bañadas por el sol y paella que muchos tienen. Fresca, lluviosa y verde, las influencias climáticas de Galicia proceden del Atlántico, no del Mediterráneo. En su lengua, su cultura, su geografía e incluso en las uvas que se cultivan aquí, ésta es una cara diferente de España. Aquí el idioma que se habla es el gallego, más cercano al portugués que al español.

La historia conocida de la región comienza con el Finis Terrae, que era una ruta de peregrinación que atravesaba Galicia siguiendo la Vía Láctea hasta llegar a Fisterra (Finis Terrae), que en la época romana se creía que era el fin del mundo conocido; un lugar mágico donde los vivos podían acercarse a la tierra de los muertos. Los ártabros son la primera tribu celta gallaecia conocida que habitó la zona. Les siguieron los fenicios, los romanos y, por último, los colonos cristianos procedentes de Francia que establecieron los monasterios y las órdenes religiosas que llegaron a dominar el paisaje agrícola y económico de Galicia.

Vino fortificado

Los habitantes de Galicia, en el noroeste de España, tienen una larga tradición en la elaboración de licores fuertes destilados, y ninguno es más famoso que el orujo. Este licor de producción local es realmente fuerte y puede consumirse solo o utilizarse para preparar la popular y muy tradicional bebida gallega llamada queimada.

Hay una razón probable por la que el sabor del oroju se compara con el de la grappa. Ambos licores se elaboran a partir de la uva y sus restos, incluidos los tallos y las semillas. La grappa es conocida por tener un sabor parecido al de las ciruelas agrias con un toque de miel. Suele ser bastante dulce, mientras que el orujo tiene un sabor alcohólico más fuerte y un poco más agrio.

El ingrediente básico del orujo es el residuo de la producción de vino, del que también recibe su nombre. Una vez triturada la uva, los orujos pueden utilizarse para producir el licor. Los hollejos, las semillas y los tallos de la uva se fermentan en cubas abiertas y luego se destilan. Los alambiques, llamados alquitaras o potas, son tradicionalmente grandes calderas de cobre que se calientan a fuego abierto, mientras un poteiro (destilador de orujo) vigila su elaboración. El proceso de destilación en los alambiques dura 6 horas o más. Se cree que los alambiques de cobre utilizados por los gallegos durante siglos fueron traídos a la península ibérica por los árabes. Hay que tener en cuenta que el alcohol destilado a la antigua usanza puede contener alcohol y aceites nocivos y es mejor dejarlo en manos de los expertos.

Orujo

Licor de triple destilación elaborado mediante la maceración de hierbas aromáticas (anís, canela, regaliz, nuez moscada, manzanilla, cilantro, hinojo, tomillo y romero) durante un mes en orujo de aguardiente de Galicia. A continuación se destila y se le añade azúcar. Antes del embotellado se mantiene en reposo durante un mes, obteniendo un producto cristalino de intenso aroma.

Licor de triple destilación elaborado mediante la maceración de hierbas aromáticas (anís, canela, regaliz, nuez moscada, manzanilla, cilantro, hinojo, tomillo y romero) durante un mes en orujo de aguardiente de Galicia. A continuación se destila y se le añade azúcar. Antes del embotellado se mantiene en reposo durante un mes, obteniendo un producto cristalino de aroma intenso.

Porcentaje de alcohol ilegal

Gerardo Méndez con su hijo Manuel, que comparte las tareas de vinificación, y su hija Encarna, que gestiona el negocio familiar. Gerardo Méndez formó parte del grupo original de catorce viticultores que elevaron el potencial de la región, ya que él y su padre fueron parte integrante de la formación de la denominación de origen original Rías Baixas en 1988. El primer vino elaborado por Gerardo sin etiquetas fue en 1973, y el primer vino de cosecha etiquetado de Do Ferreiro apareció en 1986. La casa Do Ferreiro, Casa Grande, está situada en Lores, al pie de la sierra de Armenteria, donde está protegida de la niebla del sur, frente a la Ría de Arousa. Justo enfrente de la casa se encuentra el afamado viñedo de Cepas Vellas, en el que cada cepa se poda de forma única para adaptarla a la personalidad de estos viejos viñedos, que ya estaban documentados en 1850.

Gerardo también comenzó a recuperar los viejos viñedos, cultivándolos de forma orgánica con abono natural, y restaurando los métodos tradicionales de espaldera. Gerardo es conocido por su fe absoluta en el sistema de emparrado local, que ha adaptado y perfeccionado a lo largo de los años para permitir que entre más sol en la copa, lo que permite una maduración uniforme y unos rendimientos naturalmente menores. Deja que sus gallinas recorran los viñedos como lo hacían sus antepasados en el pasado, proporcionando un control natural de las plagas y aportando un valioso nitrógeno al suelo. Las uvas se recogen a mano con gran escrutinio, clasificando las uvas en el viñedo, racimo a racimo, en lugar de utilizar la famosa “mesa de selección”. Gerardo siempre ha utilizado las levaduras autóctonas presentes en su viñedo para la fermentación, mucho antes de que se convirtiera en un término de marketing de moda. Aquí, en el Salnés, es justo la forma en que su padre Francisco (conocido localmente como “Pepe o Ferreiro” o “Pepe el Herrero”, de ahí el origen del nombre Do Ferreiro) elaboraba sus vinos para venderlos a sus vecinos.

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