Desarrollo fetal
La mayoría de los alimentos son seguros durante el embarazo. Sin embargo, hay ciertos alimentos y grupos de alimentos que deben evitarse durante el embarazo para prevenir cualquier daño a la madre o al bebé. También hay que tomar ciertas precauciones a la hora de preparar los alimentos para asegurarse de que su consumo es seguro durante el embarazo[1][2].
A continuación encontrarás una lista de alimentos que debes evitar durante el embarazo. Si no estás segura de si debes comer o no un determinado tipo de alimento, o si te preocupa algo que hayas comido, ponte en contacto con un médico o una matrona con carácter prioritario.
Los quesos blandos madurados con moho, que suelen tener la corteza blanca, deben evitarse durante el embarazo. Esto incluye quesos como el brie, el camembert y los quesos de cabra blandos como el chevre. Los quesos azules blandos, como el Gorgonzola y el Roquefort, también deben evitarse durante el embarazo.
La razón por la que estos tipos de queso no son seguros para comer durante el embarazo es que existe el riesgo de que estos quesos contengan bacterias dañinas, como la Listeria. Menos ácidos que los quesos duros, los quesos blandos contienen más humedad, lo que los hace más susceptibles a la proliferación de bacterias.
Carne cruda embarazada
Comer bien y realizar una actividad física moderada durante el embarazo es importante para ti y para tu bebé. Las necesidades nutricionales son mayores durante el embarazo. Satisfacer estas necesidades ayuda a proteger su salud a largo plazo y la de su bebé.
Hay pruebas de que el consumo de cafeína puede afectar al crecimiento del bebé durante el embarazo. La cafeína se encuentra de forma natural en el té, el café y el chocolate, y está presente en muchas bebidas de cola. Limite el consumo de bebidas con cafeína durante el embarazo. No tomes más de seis tazas de té o café instantáneo (o tres cafés tipo espresso “individuales” o un café tipo espresso “doble”) al día.
Limite los refrescos, las aguas aromatizadas, las bebidas de frutas, los cordiales y las bebidas dietéticas porque tienen pocos nutrientes y pueden tener un alto contenido de azúcar. No se recomiendan las bebidas energéticas ni los chupitos porque pueden contener altos niveles de cafeína y otros ingredientes no recomendados para las mujeres embarazadas.
Muchas comidas rápidas, comidas para llevar y aperitivos procesados tienen un alto contenido en grasa, sal y/o azúcar. Se trata de alimentos como el pescado y las patatas fritas, el pollo frito, las hamburguesas, las tartas, las barritas de chocolate, las barritas de muesli, las patatas fritas, los caramelos, los cueros de fruta, los refrescos y las bebidas gaseosas. Limite el consumo de estos alimentos y bebidas. Considera la posibilidad de comer alimentos como el pollo frito, las hamburguesas y las tartas sólo si están recién hechos, bien cocinados y se sirven bien calientes (consulta la sección Seguridad alimentaria en el embarazo).
Embarazo saludable
¿Pueden las embarazadas comer perritos calientes? ¿Y el queso de cabra, las ostras o el sushi? Las normas sobre los alimentos que hay que evitar durante el embarazo pueden parecer confusas, pero hay algunos puntos importantes para que tú y tu bebé estéis seguros. No comas carne, aves, marisco, pescado o huevos crudos o poco cocinados. Evita los alimentos no pasteurizados, como los quesos de leche cruda y los zumos recién exprimidos. Lava o pela las frutas y verduras, y recalienta las carnes y pescados refrigerados (como los embutidos, el salmón y los perritos calientes) y las sobras hasta que estén bien calientes. Evite las ensaladas frías, el pescado con alto contenido en mercurio, el alcohol y el exceso de cafeína.
Es mejor evitar algunos alimentos y bebidas durante el embarazo porque pueden ser perjudiciales para ti y para tu bebé. Es probable que hayas sufrido una intoxicación alimentaria o una enfermedad transmitida por los alimentos en algún momento de tu vida, pero durante el embarazo corres más riesgo, y las consecuencias pueden ser más graves.
Durante el embarazo, tu sistema inmunitario es más débil de lo habitual, por lo que tienes más probabilidades de sufrir una intoxicación alimentaria. Y sufrir una intoxicación alimentaria durante el embarazo puede causar graves problemas para ti y para tu bebé, incluyendo -en el peor de los casos- un parto prematuro, un aborto espontáneo y el nacimiento de un bebé muerto.
Qué evitar durante el embarazo
Los cambios en el sistema inmunitario de las mujeres embarazadas suponen un mayor riesgo para ellas mismas, sus hijos no nacidos y sus recién nacidos de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos. Estas enfermedades pueden agravarse durante el embarazo y provocar un aborto o un parto prematuro. Algunas enfermedades de origen alimentario, como la Listeria y el Toxoplasma gondii, pueden infectar al feto aunque la madre no se sienta enferma. Por ello, los médicos proporcionan a las mujeres embarazadas directrices específicas sobre los alimentos que deben y no deben comer.
Las mujeres embarazadas o que puedan quedarse embarazadas -así como las madres lactantes y los padres de niños pequeños- deben tomar decisiones informadas en lo que respecta al marisco. El pescado es una fuente de proteínas de alta calidad, minerales y vitaminas que son beneficiosas para la salud en general. Sin embargo, es importante elegir un pescado que sea seguro de comer y que ofrezca beneficios para la salud. Siga los consejos de la FDA y la EPA sobre el consumo de pescado utilizando esta tabla y una serie de preguntas y respuestas frecuentes para elegir opciones saludables y seguras.