Significado de los antojos de invierno
El invierno es una estación difícil para los animales, especialmente los que viven al aire libre. Antes de determinar la dieta correcta para los animales en invierno, hay que distinguir entre los animales domésticos y los salvajes.
En respuesta al frío, éstos mudan su pelaje y minimizan sus actividades para conservar energía. Sin embargo, para compensar la falta de alimento, muchos animales como las marmotas, los osos pardos y otros mamíferos acumulan reservas internas en forma de depósitos de grasa en ciertas partes del cuerpo. Estas reservas actúan como una capa aislante y les protegen del frío.
Entre los animales domésticos que viven principalmente al aire libre, los perros grandes conservan el calor durante más tiempo debido a su mayor masa corporal, que los aísla. En cambio, los ancianos, los enfermos y las mascotas pequeñas necesitan más protección contra las inclemencias del tiempo.
Las bajas temperaturas aumentan la demanda de energía para mantener la temperatura interna. Esto implica que el animal necesita más calorías. Sin embargo, esto no se aplica a las mascotas que viven en habitaciones con calefacción. Los sistemas de calefacción proporcionan al hogar temperaturas similares a las de la primavera, por lo que los animales no necesitan ningún cambio en su dieta.
¿Por qué tenemos más hambre en invierno?
31 de enero de 2016, 11:56 p.m. EST|Es invierno otra vez, y sé que mi cuerpo no necesita mil calorías extra al día. Sin embargo, el hambre ataca de todos modos, ya que me encuentro constantemente comiendo demasiado y haciendo menos ejercicio, si es que eso es posible. Resulta que, según un estudio reciente de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, “las personas han evolucionado para tener impulsos subconscientes de comer en exceso, y una capacidad limitada para evitar ser obesos, especialmente en invierno”. Aunque es posible que estemos genéticamente predispuestos a comer en exceso y a almacenar más grasa durante los meses de invierno, hay otras causas para comer en exceso sobre las que sí podríamos hacer algo. Así que me puse en contacto con dos expertos en salud y encontré algunos de esos principales culpables (además de soluciones).
SOLUCIÓN: Para entrar en calor sin consumir demasiadas calorías, prueba a tomar tés calientes, concretamente tés picantes y sopas a base de caldo cargadas de legumbres y verduras. El café también funciona, ya que la cafeína potencia de forma natural el metabolismo y calienta el cuerpo de dentro a fuera. Sólo recuerda controlar la cantidad de crema y azúcar. Si no estás dispuesto a optar por la leche desnatada, dos cucharadas de mitad y mitad en una taza de 8 onzas debería ser tu máximo.
Qué comer en invierno para entrar en calor
En esta época del año, es absolutamente crucial cargar con nutrientes que refuercen el sistema inmunitario, por lo que hoy hablaré de mis 10 mejores alimentos para consumir durante la temporada de invierno y presentaré algunas ideas sobre cómo incorporar estos ingredientes a su dieta.
Resfriados, gripes y deficiencias de vitamina D: el invierno puede ser una época del año complicada para nuestra salud y, a menudo, puede parecer que nos enfrentamos constantemente a un aluvión de infecciones víricas y bichos. Por eso es más importante que nunca asegurarse de que nuestra dieta nos proporcione un montón de nutrientes agradables para ayudar a nuestro sistema inmunológico. Hablo de esto con un poco de detalle en mi blog, ‘Winter warmers – foods to support your mood and weight’. Sin embargo, aquí he recopilado una lista de mis principales recomendaciones para mantenerte saciado durante los meses de invierno:
La avena, además de estar repleta de fibra dietética, también contiene muchas vitaminas del grupo B y magnesio que aumentan la energía. Puede ayudar a equilibrar los niveles de glucosa en sangre, a mantener las bacterias beneficiosas del intestino e incluso a controlar los niveles de colesterol. La avena también puede hacer que te sientas saciado durante más tiempo, frenando los antojos de comida basura, y además contiene triptófano, un aminoácido que tu cuerpo puede convertir en serotonina, un neurotransmisor que te hace sentir bien.
Citas de antojos de invierno
Según los estudios, la gente come más durante los meses de invierno, y hay algunos factores potenciales que pueden contribuir a este aumento del hambre. La mayoría de la gente está de acuerdo en que el invierno es la estación de los alimentos ricos y abundantes. Los platos pesados y cargados de carbohidratos, las golosinas azucaradas y las salsas cremosas son elementos básicos de la dieta de los meses fríos. Muchas personas también dicen tener más hambre en invierno, con más antojos y más ganas de picar. ¿Este apetito invernal está en nuestra cabeza, o hay una razón por la que queremos comer más cuando hace frío y qué podemos hacer para evitar excedernos?
En épocas pasadas -mucho antes de que los humanos vivieran en viviendas climatizadas y bien aisladas, y de que pudieran comprar una deslumbrante variedad de alimentos en su tienda de comestibles local en cualquier momento- el invierno era una época peligrosa. La cosecha de otoño determinaba la cantidad de alimentos disponibles durante los meses más fríos, y una vez agotadas esas provisiones, era difícil conseguir recursos adicionales a menos que se fuera muy rico.
Por esta razón, el impulso de darse un atracón de comida al primer indicio de frío puede estar profundamente arraigado en nuestra constitución biológica. Se trata de un impulso de supervivencia de una época anterior, en la que nuestros cuerpos intentaban almacenar todas las calorías posibles para ayudarnos a sobrevivir en épocas de escasez, del mismo modo que los animales salvajes acumulan grasa corporal para prepararse para la hibernación. También explica por qué nos apetecen alimentos ricos en carbohidratos, azúcares y grasas: nuestros cuerpos esperan reservar suficientes reservas para asegurar la autoconservación.