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Se puede tomar cerveza con antibióticos

El mejor momento para tomar antibióticos

La mezcla de cantidades moderadas de alcohol con un antibiótico no suele reducir la eficacia de éste, pero puede provocar efectos secundarios y dificultar la capacidad natural del organismo para curarse. Beber alcohol mientras se combate una infección puede provocar deshidratación, malestar estomacal, interrumpir el sueño normal y disminuir la respuesta inmunitaria. Algunos antibióticos también pueden ser peligrosos para el hígado, por lo que es importante que consultes a tu médico o farmacéutico antes de mezclar alcohol con un antibiótico.

Pero, ¿es necesario evitar siempre el alcohol con los antibióticos? Es habitual ver pegatinas de “Evite el alcohol” en los envases de los medicamentos. Por lo tanto, es comprensible que muchos pacientes estén preocupados por mezclar antibióticos con el alcohol que contienen bebidas como la cerveza, el vino, las bebidas mezcladas con licor, así como otros medicamentos o productos que puedan contener alcohol.

Algunos antibióticos mezclados con alcohol pueden provocar efectos secundarios como náuseas, vómitos, dolor de estómago, enrojecimiento y daños en el hígado. El alcohol también puede afectar al modo en que algunos antibióticos se metabolizan (descomponen) en el organismo para su eliminación. Esto puede reducir la eficacia del antibiótico o aumentar su toxicidad.

Amoxicilina/ácido clavulánico y alcohol

Siempre debe consultar a su médico o farmacéutico sobre si es seguro beber alcohol si está tomando medicamentos. Esta página proporciona información general, pero no sustituye el consejo médico profesional, por lo que es esencial que lo compruebe.

Independientemente de que tome o no medicación, es importante que se atenga a las directrices de consumo de bajo riesgo de los Jefes de Sanidad del Reino Unido. Esto significa no más de 14 unidades a la semana, tanto si eres hombre como mujer, repartidas en tres o más días, con varios días sin beber a la semana, y sin atracones.

Algunos antibióticos específicos afectan al modo en que el cuerpo procesa el alcohol. Esto puede provocar consecuencias muy desagradables y a veces peligrosas tras una pequeña cantidad de alcohol, como vómitos intensos y aumento de la temperatura. Por lo tanto, antes de empezar el tratamiento con antibióticos, consulta siempre a tu médico o farmacéutico para saber si puedes tomar una sola copa o no.

El cuerpo descompone y absorbe los distintos medicamentos de manera diferente. Beber alcohol al mismo tiempo que el cuerpo procesa el medicamento puede afectar a la velocidad con la que se descompone en tu interior, en algunos casos aumentando el efecto del medicamento y disminuyéndolo en otros.

Azitromicina alcohol

Cuando se inventaron los antibióticos, fueron literalmente superfármacos. De repente, enfermedades antes devastadoras, desde infecciones hospitalarias comunes hasta la sífilis, podían curarse en cuestión de días o semanas. No hace falta decir que esto cambió drásticamente los medicamentos recetados y la forma en que los pacientes interactuaban con ellos.Hablando de la sífilis, ¡ésta y otras enfermedades de transmisión sexual causadas por bacterias podían finalmente curarse rápidamente con antibióticos! ¡Hurra! Bueno, no tan rápido: cuando se administró el relativamente nuevo antibiótico penicilina para tratar a personas con enfermedades de transmisión sexual en los años 50 y 60, se les dijo a los pacientes que se abstuvieran de beber para que se mantuvieran en sus pantalones y no contagiaran la infección antes de que ésta desapareciera. No había ninguna interacción química que hiciera que los medicamentos fueran ineficaces, o que el alcohol fuera excesivamente eficaz.

Más o menos. Básicamente, si un tipo salía a tomarse unas cuantas en honor a su gonorrea aparentemente curada, podía seguir siendo contagioso y era más probable que tomara algunas malas decisiones. Esta actitud de rechazo al consumo de antibióticos comenzó a aplicarse a todos los casos de su uso, y todavía se mantiene medio siglo después, pero seguramente debe haber algunas complicaciones médicas asociadas con la mezcla de antibióticos y alcohol, de lo contrario el mito no se mantendría durante tanto tiempo, ¿verdad? ¿O se trata de una de esas recomendaciones “sólo para estar seguros”?

Efectos secundarios de los antibióticos

Probablemente haya visto esta advertencia en los medicamentos que ha tomado. El peligro es real. La mezcla de alcohol con ciertos medicamentos puede provocar náuseas y vómitos, dolores de cabeza, somnolencia, desmayos o pérdida de coordinación. También puede ponerte en riesgo de sufrir hemorragias internas, problemas cardíacos y dificultades para respirar. Además de estos peligros, el alcohol puede hacer que un medicamento sea menos eficaz o incluso inútil, o puede hacer que el medicamento sea perjudicial o tóxico para su organismo.

Algunos medicamentos que nunca habrías sospechado pueden reaccionar con el alcohol, incluidos muchos que se pueden comprar “sin receta”, es decir, sin ella. Incluso algunas hierbas medicinales pueden tener efectos nocivos cuando se combinan con el alcohol.

Este folleto enumera los medicamentos que pueden ser perjudiciales cuando se toman con alcohol y describe los efectos que pueden producirse. La lista indica el nombre comercial por el que se conoce comúnmente cada medicamento (por ejemplo, Benadryl®) y su nombre genérico o principio activo (en el caso de Benadryl®, se trata de difenhidramina).  La lista presentada aquí no incluye todos los medicamentos que pueden interactuar de forma perjudicial con el alcohol. Y lo que es más importante, la lista no incluye todos los ingredientes de cada medicamento.

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