Efectos a largo plazo del alcohol en los huesos
Probablemente no te sorprenda ver en esta lista el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Además de comprometer innumerables áreas de tu bienestar, estos hábitos se esforzarán por secuestrar también tus huesos. Algunos llegan a decir que son los peores vicios para la salud de los huesos. Más información sobre los hábitos que pueden perjudicar la salud de tus huesos De hecho, cada vez hay más pruebas que sugieren que fumar en cualquier cantidad y beber en exceso podrían allanar el camino hacia el debilitamiento de los huesos en el futuro. Esta enfermedad debilitante, que afecta a 3 millones de personas en el Reino Unido, hace que los huesos sean más propensos a romperse: algo tan cotidiano como una tos puede desencadenar una fractura. Dicho esto, entendemos que dejar de fumar puede resultar difícil. Así que, si después de leer este artículo estás convencido de dejar estos hábitos, asegúrate de recibir toda la ayuda que necesites.
El humo del cigarrillo produce grandes cantidades de radicales libres, molestas moléculas que atacan y penetran en las defensas naturales del organismo. Estas toxinas desencadenan una oleada de daños que se extienden por todo el cuerpo y afectan a los órganos y células que intervienen en el mantenimiento de la salud ósea. También alteran el delicado equilibrio de las hormonas, en particular los estrógenos, que mantienen los huesos fuertes y robustos. En respuesta al tabaco, el hígado genera más enzimas destructoras de estrógenos, lo que provoca una mayor pérdida ósea. Por lo tanto, si eres menopáusica, fumar sólo hará que tu salud ósea, ya de por sí deteriorada, empeore mucho, mucho. Eso no es todo: los radicales libres y la nicotina también aniquilan las células que producen hueso, los osteoblastos. Además, el tabaquismo daña los vasos sanguíneos, lo que provoca un escaso suministro de oxígeno y dificulta la curación de las fracturas cuando se producen.
Alcohol y osteoporosis
Aunque se ha demostrado que el exceso de alcohol es un importante factor de riesgo para la osteoporosis, el consumo moderado de cerveza parece tener efectos beneficiosos para el hueso. Esta revisión comenta las evidencias científicas sobre los posibles efectos beneficiosos de la cerveza en el metabolismo óseo, describe cuáles de sus elementos pueden ser los responsables de estos efectos positivos, e informa de que tanto los polifenoles como los flavonoides, entre ellos el lignano, y sobre todo el silicio, todos ellos componentes de la cerveza, actúan positivamente sobre el metabolismo óseo y la masa ósea.
La osteoporosis es una enfermedad del metabolismo óseo muy común en los seres humanos. Inicialmente fue definida por Fuller Allbright como “demasiado poco hueso”. Hoy en día, la definición aceptada por consenso es la de “enfermedad esquelética sistémica caracterizada por una reducción de la resistencia ósea, con el consiguiente aumento de la fragilidad del hueso y la susceptibilidad a sufrir fracturas “1. Los elementos esenciales de esta definición son la baja masa ósea y los cambios en su microarquitectura, que distinguen la osteoporosis de otras enfermedades óseas. Cualquier fractura ósea está relacionada con la resistencia del hueso, siendo la masa ósea, expresada como densidad mineral ósea (DMO), el principal contribuyente a esta resistencia.
¿Afecta el vino a la densidad ósea?
El viejo eslogan publicitario de que “Guinness es buena para ti” puede tener algo de verdad después de todo. Cada pinta de esta bebida negra contiene tanto silicio como una pizca de arena, y ese silicio, según una investigación reciente pero controvertida, puede ayudar a mantener los huesos fuertes en la vejez.
Charles Bamforth, profesor de ciencias de la malta y la cerveza en la Universidad de California, Davis, analizó los componentes de 100 cervezas comerciales diferentes compradas en el supermercado local. Todas las cervezas contenían altos niveles de silicio. Las cervezas pálidas eran las que más contenían, seguidas de las maltas oscuras y, a continuación, las cervezas a base de trigo o las cervezas ligeras.
“Elija la cerveza que le guste”, recomienda Bamforth, cuya investigación apareció en el Journal of the Science of Food and Agriculture. “Alégrese sabiendo que hay una cantidad significativa de silicio en cualquiera de ellas”.
El silicio es un elemento común en la corteza terrestre que se encuentra en muchos alimentos crudos. Los cereales y las frutas están cargados de él, y el cuerpo humano contiene un total de 5 a 10 gramos. El proceso de elaboración de la cerveza extrae el silicio en gran parte del lúpulo y de las cáscaras de los granos y lo disuelve en el líquido, donde el cuerpo puede absorberlo fácilmente.
El vino blanco y la osteoporosis
La leche fortalece los huesos, pero parece que el vino ayuda a mantenerlos. Según un estudio australiano publicado recientemente por el European Journal of Clinical Nutrition, el vino tinto contribuye a fortalecer la salud ósea de los hombres mayores. Los investigadores encontraron una relación entre la mejora de la densidad mineral ósea (DMO) y el consumo de vino tinto en hombres de entre 50 y 80 años.
La densidad mineral ósea se refiere a la concentración de minerales, como el calcio, en los huesos y es una medida de la fortaleza ósea. A medida que la DMO disminuye, aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis. Según el último gran estudio del Cirujano General sobre la salud ósea, 44 millones de estadounidenses padecen actualmente osteoporosis y la mitad de los estadounidenses mayores de 50 años tendrán huesos débiles en el año 2020.
Existe una conexión establecida desde hace tiempo entre el consumo excesivo de alcohol y el aumento de las fracturas óseas debidas a la osteoporosis y las caídas, pero las investigaciones sobre el consumo moderado de alcohol han encontrado resultados contradictorios. El nuevo estudio, que hizo un seguimiento de casi 900 hombres y mujeres durante un periodo de dos años, consideró los beneficios y perjuicios de la cerveza, el vino tinto y los licores en hombres y mujeres.