La fruta de la mora
“Vegetal”. Cualquier cosa que tenga crecimiento sin sensación, como las plantas. Los vegetales son cuerpos organizados que constan de varias partes, que contienen vasos provistos de diferentes jugos; y que toman su alimento del exterior, generalmente por medio de una raíz, por la que se fijan a la tierra, o a algún cuerpo, como en la generalidad de las plantas, a veces por medio de poros distribuidos por toda la superficie, como en las plantas submarinas.”
“Vegetal… como término general de las plantas, y específicamente, en el lenguaje, de aquellas plantas que pueden ser comidas por el hombre… ya sea cocidas o crudas, y ya sea que el todo o cuch sean comestibles, o sólo las hojas de las raíces o los tubérculos, tales plantas o porciones de plantas comestibles o culinarias, se distingue popularmente entre ‘frutas’ y ‘vegetales’,…”
“Fruta. Botánicamente, un fruto es el ovario maduro de una flor. Contiene la semilla o las semillas. Puede ser comestible o no, jugoso, carnoso o bastante seco. Los frutos tienen muchas formas; algunas de las más conocidas son los aquenios, las bayas, las cápsulas, las nueces y las vainas. Algunas partes de las plantas comúnmente llamadas frutos, como las moras, las frambuesas, las fresas y las piñas, son en realidad conglomerados de numerosos frutos pequeños, cada uno de ellos desarrollado a partir de un ovario independiente. En esta Enciclopedia se utiliza el término fruto tanto para estos como para los que son más correctamente frutos individuales”.
Explorar las frutas y hortalizas de temporada en Europa
Las frutas y hortalizas europeas son más que frutas y verduras: son una fuente saludable de vitaminas y minerales y se utilizan como ingredientes en muchas de las auténticas recetas que hacen único el patrimonio culinario europeo.
El clima de Europa es muy variado, desde la costa ártica en el norte hasta la región mediterránea en el sur, abarcando diversos paisajes. Esta diversidad hace que la UE pueda producir y exportar una gran variedad de frutas y hortalizas de alta calidad durante todo el año.
La riqueza y diversidad de las tierras de cultivo europeas hacen que las frutas y hortalizas cultivadas en Europa sean ricas en vitaminas y minerales y constituyan una buena fuente de fibra dietética y antioxidantes, lo que las convierte en ingredientes saludables para muchas recetas. Sin embargo, los europeos valoran las frutas y hortalizas no sólo como un ingrediente versátil, sino también por su contribución a una dieta sana, nutritiva y sostenible, así como -cada vez más- por su relativamente bajo impacto medioambiental y climático. Las frutas y hortalizas europeas son más que frutas y hortalizas.
La alimentación en Europa antes de 1492
La mayoría de las plantas son venenosas. Los seres humanos han cultivado las pocas que eran comestibles y nutritivas o de buen sabor, y las han criado de forma selectiva durante miles de años por una serie de rasgos como el tamaño, el sabor y el color. También los hemos trasladado mucho. La región geográfica de la que proceden nuestros cultivos alimentarios no siempre es evidente por su distribución actual. El libro de Michael Pollan, La botánica del deseo, o la película documental que se hizo a partir de él, es una buena revisión si está interesado en aprender más sobre los orígenes y la cría selectiva de plantas para producir formas más favorables.
Aunque hoy en día cultivamos la mayoría de los cultivos en muchos más lugares que en los que se originaron, la agricultura moderna tiende a favorecer los grandes rodales de una sola variedad, como las patatas Russet, o el plátano Cavendish que la mayoría conocemos, que procede de un único clon. Estos monocultivos son más susceptibles a las enfermedades, por lo que puede ser muy útil que volvamos a los lugares donde crecen los tipos silvestres o las variedades menos comunes (si es que todavía lo hacen). Podemos utilizar esa diversidad genética para ayudar a que nuestros cultivos modernos sean más resistentes y, al mismo tiempo, permitir la aparición de tipos nuevos e interesantes.
Fruta nacional
España fue el primer Estado miembro de la UE en términos de superficie de producción de frutas en 2016, con 942 000 hectáreas (o el 33,0% del total de la UE) dedicadas a su producción, mientras que Italia fue el mayor productor de hortalizas (420 000 hectáreas, o el 19,8%).
Las manzanas fueron la fruta más producida en la UE en términos de cantidad, con 12,5 millones de toneladas cosechadas en 2016 (o casi 25 kg por habitante de la UE). Los tomates fueron la principal hortaliza cultivada (18,5 millones de toneladas, o 36 kg por habitante de la UE).
Polonia cosechó más de 1 de cada 4 manzanas producidas en la UE el año pasado (con el 28,7% de la producción total cosechada en la UE), por delante de Italia (19,6%) y Francia (14,5%). Polonia fue también el principal productor de cerezas de la UE (29,3%), seguida de España (11,9%), Italia (11,2%), Hungría (9,9%), Rumanía (8,2%) y Grecia (7,9%). Italia (33,9%), España (33,6%) y Grecia (23,3%) produjeron conjuntamente casi la totalidad (91%) de los melocotones cultivados en la UE. España (31,6%) fue el principal productor de fresas de la UE en 2016, seguido de Polonia (17,4%) y Alemania (12,0%).