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¿Qué se puede comer en invierno?

¿Qué se puede comer en invierno?

Qué comer en invierno para mantener el calor

En esta época del año, es absolutamente crucial cargar con nutrientes que refuercen el sistema inmunitario, por lo que hoy hablaré de mis 10 mejores alimentos para consumir durante la temporada de invierno y presentaré algunas ideas sobre cómo incorporar estos ingredientes a su dieta.

Resfriados, gripes y deficiencias de vitamina D: el invierno puede ser una época del año complicada para nuestra salud y, a menudo, puede parecer que nos enfrentamos constantemente a un aluvión de infecciones víricas y bichos. Por eso es más importante que nunca asegurarse de que nuestra dieta nos proporcione un montón de nutrientes agradables para ayudar a nuestro sistema inmunológico. Hablo de esto con un poco de detalle en mi blog, ‘Winter warmers – foods to support your mood and weight’. Sin embargo, aquí he recopilado una lista de mis principales recomendaciones para mantenerte saciado durante los meses de invierno:

La avena, además de estar repleta de fibra dietética, también contiene muchas vitaminas del grupo B y magnesio que aumentan la energía. Puede ayudar a equilibrar los niveles de glucosa en sangre, a mantener las bacterias beneficiosas del intestino e incluso a controlar los niveles de colesterol. La avena también puede hacer que te sientas saciado durante más tiempo, frenando los antojos de comida basura, y además contiene triptófano, un aminoácido que tu cuerpo puede convertir en serotonina, un neurotransmisor que te hace sentir bien.

Frutas para comer en invierno

Además de los cambios significativos que se producen en las facturas de energía y en la forma de vestir durante el invierno, el frío también afecta a tu cuerpo. Tus preferencias alimentarias, tu metabolismo e incluso tus niveles de energía cambian drásticamente durante el invierno. Aparece la sensación de saltarse el gimnasio y comer o beber una bebida caliente. Si te sientes así, no eres el único.

Sin embargo, esto no significa que debas no hacer nada y esperar a que llegue el verano para tomar las riendas de tu vida. El secreto para mantenerse sano durante el invierno es adaptar la dieta al invierno. Aquí tienes algunos alimentos que deberías probar este invierno.

Este es uno de los mejores alimentos que te ayudarán a pasar el invierno cómodamente. Sin embargo, debes evitar mucha sal, sopa de carne y nata para sacar el máximo partido a esta comida. Debes conseguir recetas que incluyan agua como base y muchas verduras. Un plato caliente de sopa con caldo de pollo y algunas verduras te dejará rejuvenecido. Puedes acompañar la sopa con galletas integrales.

La leche y otros subproductos como el yogur, el queso, etc. son una gran opción de comida para el invierno. Esto se debe a que contienen muchas vitaminas B12 y A, proteínas y calcio, que mejoran la salud de las personas. La mayoría de la gente tiende a resfriarse durante el invierno. Beber leche caliente con frecuencia le ayudará a evitar caer enfermo. Sin embargo, opta por beber leche desnatada o semidesnatada en lugar de leche entera. Además, puedes tomar yogures naturales bajos en grasa para disminuir el número de calorías ingeridas.

Comida de invierno gujarati

La mayoría de los cítricos alcanzan su punto álgido entre diciembre y principios de la primavera, lo que aporta un apreciado impulso de luminosidad a las recetas de invierno. Su alto contenido en vitamina C ayuda a evitar los resfriados durante la temporada en la que es más probable que te resfríes, y también ayuda al cuerpo a absorber el hierro de forma más eficiente. Si quieres una alternativa a tu zumo de naranja diario, prueba esta ensalada de naranja sanguina e hinojo.

Hay una manera fácil de obtener los arilos (o semillas) de una granada: pártela por la mitad a lo ancho, luego mantén una mitad, con el corte hacia abajo, sobre un cuenco grande, golpeando firmemente la parte superior con una cuchara grande y pesada para sacar las semillas. El esfuerzo merece la pena para disfrutar de su sabor dulce y agrio, además de que al menos un estudio demuestra que las granadas tienen niveles de antioxidantes tres veces mayores que los del té verde. Disfruta de la explosión de sabor que añaden a esta ensalada tibia de coliflor asada.

Los cereales integrales aportan un sabor a nuez a las recetas y son más saludables que los refinados, ya que se someten a un procesamiento mínimo para mantener intacta su nutrición. Son maravillosamente versátiles y se pueden sustituir por cualquier otro grano refinado, como en este Pilaf de arroz salvaje con albaricoques, en el que el arroz salvaje añade dimensión y textura a un pilaf más tradicional hecho con arroz blanco.

Alimentos y ropa para la temporada de invierno

Según los estudios, la gente come más durante los meses de invierno, y hay algunos factores potenciales que pueden contribuir a este aumento del hambre.  La mayoría de la gente está de acuerdo en que el invierno es la estación de los alimentos ricos y abundantes. Los platos pesados y cargados de carbohidratos, las golosinas azucaradas y las salsas cremosas son elementos básicos de la dieta de los meses fríos. Muchas personas también dicen tener más hambre en invierno, con más antojos y más ganas de picar. ¿Este apetito invernal está en nuestra cabeza, o hay una razón por la que queremos comer más cuando hace frío y qué podemos hacer para evitar excedernos?

En épocas pasadas -mucho antes de que los humanos vivieran en viviendas climatizadas y bien aisladas, y de que pudieran comprar una deslumbrante variedad de alimentos en su tienda de comestibles local en cualquier momento- el invierno era una época peligrosa. La cosecha de otoño determinaba la cantidad de alimentos disponibles durante los meses más fríos, y una vez agotadas esas provisiones, era difícil conseguir recursos adicionales a menos que se fuera muy rico.

Por esta razón, el impulso de darse un atracón de comida al primer indicio de frío puede estar profundamente arraigado en nuestra constitución biológica. Se trata de un impulso de supervivencia de una época anterior, en la que nuestros cuerpos intentaban almacenar todas las calorías posibles para ayudarnos a sobrevivir en épocas de escasez, del mismo modo que los animales salvajes acumulan grasa corporal para prepararse para la hibernación. También explica por qué nos apetecen alimentos ricos en carbohidratos, azúcares y grasas: nuestro cuerpo espera reservar suficientes reservas para garantizar la autoconservación.

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