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Cerveza efectos en la salud

Efectos secundarios de beber cerveza por primera vez

La tasa comparativamente baja de enfermedades cardíacas en Francia, a pesar de una dieta que incluye mucha mantequilla y queso, ha llegado a conocerse como la paradoja francesa. Algunos expertos han sugerido que el vino tinto marca la diferencia, algo que la industria vitivinícola ha apoyado con fuerza y de corazón. Pero la paradoja francesa va mucho más allá del vino tinto. La dieta y el estilo de vida en algunas zonas de Francia, especialmente en el sur, tienen mucho en común con otras regiones mediterráneas, y esto puede explicar parte de la protección contra las enfermedades del corazón.

Algunos estudios han sugerido que el vino tinto -especialmente cuando se bebe con las comidas- ofrece más beneficios cardiovasculares que la cerveza o los licores. Estos estudios van desde comparaciones internacionales que muestran una menor prevalencia de enfermedades coronarias en los “países consumidores de vino” que en los países consumidores de cerveza o licores. [2, 3]

El vino tinto puede contener varios compuestos, además del alcohol, que podrían relajar las paredes de los vasos sanguíneos y evitar la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, colesterol “malo”), un paso inicial clave en la formación de la placa llena de colesterol. Estas sustancias se denominan polifenoles, entre ellos un tipo específico llamado flavonoides que confiere el color y el sabor únicos del vino. Los flavonoides se encuentran en otros alimentos vegetales como los arándanos, las fresas, las manzanas, las cebollas, el chocolate negro y el té. Algunos polifenoles específicos del vino tinto son el resveratrol, la quercetina y las epicatequinas. [4] El vino tinto suele recibir más atención que el blanco porque contiene una cantidad de polifenoles 10 veces mayor. Sin embargo, puede haber otros compuestos activos en el vino blanco que ofrezcan un efecto cardioprotector. [4]

Efectos secundarios de la cerveza para las mujeres

Los beneficios de la cerveza para la salud son muy amplios, y van desde la prevención del cáncer y la diabetes hasta la ayuda al sistema digestivo, pasando por el tratamiento de la osteoporosis y la hipertensión. La cerveza es muy eficaz para prevenir la formación de cálculos renales.

La cerveza es rica en vitaminas, lo que ayuda a prevenir la anemia, además de favorecer la salud de la piel y el cabello. Se ha demostrado que el consumo moderado de cerveza reduce drásticamente los niveles de colesterol y mantiene el corazón sano, además de prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.

Durante el proceso de elaboración, la fermentación del almidón y los azúcares del mosto produce etanol y carbonatación en la cerveza resultante. En la elaboración de la cerveza comercial, el efecto natural de la carbonatación se suele eliminar durante el proceso y se sustituye por una carbonatación forzada.

Revisemos el contenido nutricional de la cerveza, una botella normal de cerveza tiene alrededor de 145 calorías y unos 11-15 gramos de carbohidratos. El agua que se utiliza para fabricar la cerveza se hierve en las primeras etapas del proceso de elaboración, lo que permite eliminar cualquier agente patógeno presente. La presencia de folato en la cerveza ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas cuando se consume con moderación. La cerveza también reduce los coágulos sanguíneos y se ha demostrado que mejora la función mental de las mujeres, además de aumentar la densidad ósea.

Qué cerveza es buena para la salud

Según el Dr. Kiran Rukadikar, médico bariátrico y asesor en materia de obesidad, se pueden entender los pros y los contras de la cerveza si se analiza “el proceso de elaboración de la cerveza en los distintos continentes y se comprueban los ingredientes”.

Esto es lo que hay que saber sobre la cerveza y sus efectos en la salud (Fuente: Getty Images/Thinkstock)Un nuevo estudio realizado en Portugal ha afirmado que beber cerveza es beneficioso para los intestinos y también tiene el potencial de prevenir enfermedades crónicas.

“El consumo de cerveza contribuye a la mejora de la composición de la microbiota intestinal, un factor que se ha asociado a la prevención de enfermedades crónicas muy comunes, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares”, señaló en un comunicado el Centro de Investigación en Tecnologías y Servicios Sanitarios (CINTESIS) , que realizó el estudio.

El estudio reveló que al final del periodo de cuatro semanas, ambos grupos mostraban “una mayor diversidad bacteriana en su microbioma intestinal y mayores niveles de actividad de fosfatasa alcalina fecal”. Esta enzima ayuda a alejar las bacterias malas del intestino, lo que, según los investigadores, indica una mejora de la salud intestinal.

Beneficios de la cerveza y el vino para la salud

Brittany Larsen no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

El consumo de cerveza y licores está relacionado con niveles elevados de grasa visceral -el tipo de grasa perjudicial que se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y otras complicaciones de salud-, mientras que el consumo de vino no muestra esa relación con los niveles de esta grasa perjudicial e incluso puede ser protector contra ella, dependiendo del tipo de vino que se consuma. De hecho, hemos comprobado que beber vino tinto está relacionado con tener niveles más bajos de grasa visceral. Éstas son algunas de las principales conclusiones de un nuevo estudio que mis colegas y yo hemos publicado recientemente en la revista Obesity Science & Practice.

Aunque el consumo de vino blanco no influyó en los niveles de grasa visceral, nuestro estudio demostró que beber vino blanco con moderación podría ofrecer su propio beneficio para la salud de los adultos mayores: huesos más densos. En nuestro estudio encontramos una mayor densidad mineral ósea entre los adultos mayores que bebían vino blanco con moderación. Y no encontramos esta misma relación entre el consumo de cerveza o vino tinto y la densidad mineral ósea.

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