Beneficios de las setas para la piel
Las setas, un alimento a menudo infravalorado, se consumen y utilizan como medicina desde hace miles de años. Los practicantes de la medicina tradicional y popular alaban estos hongos con forma de campana por sus propiedades curativas y de limpieza. Todas las variedades de setas son bajas en calorías y grasas, y contienen cantidades modestas de fibra y diversos nutrientes. Quizá las propiedades más interesantes de los hongos sean sus sustancias vegetales no nutritivas: polisacáridos, indoles, polifenoles y carotenoides, en los que los estudios con células y animales han demostrado efectos antioxidantes, antiinflamatorios y anticancerígenos. [1] Las setas también son reconocidas por los chefs por su capacidad para crear ricos sabores llamados umami, gracias a la presencia de un aminoácido llamado glutamato, que también se encuentra en carnes, pescados, quesos y sopas a fuego lento.
Aunque se consideran un vegetal, las setas no son un alimento ni vegetal ni animal. Son un tipo de hongo que contiene una sustancia llamada ergosterol, de estructura similar al colesterol de los animales. El ergosterol puede transformarse en vitamina D con la exposición a la luz ultravioleta. El aspecto de los hongos varía, ya que se conocen más de 10.000 tipos, pero en general se distinguen por un tallo, un sombrero carnoso y redondeado, y branquias debajo del sombrero. China y Estados Unidos están entre los cinco principales productores de setas del mundo.
Setas harvard
El versátil champiñón se presenta en todas las formas, tamaños y colores; sirve de acompañamiento y puede sustituir a la carne como plato principal. Este hongo es uno de los favoritos de los profesionales de la nutrición, ya que está repleto de vitaminas, minerales y otros nutrientes. A continuación te explicamos lo que los hongos pueden hacer por tu salud y cómo incorporarlos a tu dieta. ¿Cuáles son los beneficios nutricionales de las setas? Las setas son un alimento bajo en carbohidratos, prácticamente sin grasa y con algo de proteína. Una ración es aproximadamente una taza cruda (una cantidad del tamaño de un puño) o 1/2 taza cocida.
Si no te gusta su textura, saltear las setas con un poco de aceite de oliva puede ablandarlas y hacerlas más fáciles de comer, dice Lemond. Prueba varios tipos para ver cuál te gusta más. Corrección: 1 de febrero La versión original de este artículo contenía un error en el nombre de una enfermedad. Se trata de esclerosis múltiple, no de esclerosis muscular.
Desventajas de comer setas
Crecí en Finlandia, en una granja que ha pertenecido a mi familia durante al menos 13 generaciones. Gran parte de mi juventud la pasé al aire libre, aprendiendo de la tierra y viviendo de ella. Hoy en día, cuando le digo a la gente -extraños, amigos, familiares, posibles intereses amorosos- que me apasionan los hongos, las reacciones que obtengo son de todo menos aburridas. Están confundidos, sorprendidos, escépticos, intrigados. Algunos incluso se muestran disgustados; casi puedo ver cómo emergen los pensamientos de sus cabezas como una burbuja de dibujos animados: “Las setas deben ser grandes en Finlandia”. “Otro forrajeador hipster”. “¡Debe ser un chef! Le preguntaré por las colmenillas”.
Todas estas reacciones son válidas. La gente oye la palabra “seta” y a menudo tiene ideas sorprendentemente específicas de lo que cree que debe ser la conversación más amplia. Todos hemos escuchado historias de advertencia sobre el potencial venenoso de las setas, y hemos visto cómo se extiende la euforia en los rostros de chefs mundialmente famosos cuando ensalzan ciertas variedades de hongos de manera casi evangélica.
El hecho de que las setas puedan ser tanto venenosas como deliciosas es fascinante e indicativo de su complejidad; el reino es una entidad tan vasta y completa que el yin y el yang existen en igual medida. Los hongos tienen la capacidad de cambiar tu vida de forma inmediata, poderosa y exponencialmente beneficiosa. Lo sé porque lo veo a diario. Los hongos te dejarán boquiabierto, igual que a mí.
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Las setas ofrecen una rica fuente de antioxidantes, pero la mayoría de ellos son bastante diferentes a los que se encuentran en las frutas o las verduras. El antioxidante selenio y la vitamina D que se encuentran en las setas, contribuyen a la reparación del ADN, trabajan para prevenir las mutaciones celulares y muchos ayudan a frenar el crecimiento de las células malignas que pueden causar cáncer.
Los estudios sugieren que las personas con diabetes deberían seguir una dieta rica en fibra, ya que esto podría ayudar a mejorar significativamente sus niveles de azúcar e insulina en sangre. Las setas pueden ser una buena opción para que los diabéticos las consuman, ya que son ricas en fibra.
Las setas también son ricas en potasio y sodio. Estos minerales pueden ser especialmente beneficiosos para el corazón. Tanto el potasio como el sodio contribuyen a mantener estables los niveles de presión arterial, lo que puede ayudar a prevenir las enfermedades cardíacas.
Empezar el día con setas puede ser una buena forma de perder unos cuantos kilos si se quiere adelgazar, según sugieren las investigaciones. Las setas contienen dos tipos de fibra, los betaglucanos y la quitina. Estos nutrientes aumentan la sensación de “saciedad” en el cuerpo y ayudan a reducir el apetito. Si cambias el beicon y las salchichas por más setas en tu desayuno frito, ayudarás a reducir tu consumo de calorías y te sentirás más satisfecho.