Frugívoros
Un frugívoro /fruːdʒɪvɔːr/ es un animal que se alimenta principalmente de frutas crudas o productos suculentos similares a las frutas de las plantas, como raíces, brotes, frutos secos y semillas. Aproximadamente el 20% de los mamíferos herbívoros comen fruta[1] Los frugívoros dependen en gran medida de la abundancia y la composición nutricional de las frutas. Los frugívoros pueden beneficiar o perjudicar a las plantas productoras de fruta, ya sea dispersando o destruyendo sus semillas mediante la digestión. Cuando tanto la planta productora de frutos como el frugívoro se benefician por su comportamiento frugívoro, la interacción se denomina mutualismo.
La dispersión de semillas es importante para las plantas porque permite que su progenie se aleje de sus padres con el tiempo. Las ventajas de la dispersión de las semillas pueden haber llevado a la evolución de los frutos carnosos, que atraen a los animales para que los consuman y trasladen las semillas de la planta de un lugar a otro. Aunque muchas especies de plantas frutales no se dispersarían mucho sin los frugívoros, sus semillas suelen germinar incluso si caen al suelo justo debajo de su progenitor[cita requerida].
El ave más mortífera del mundo
Patrón reproductivo del murciélago frugívoro grande, Artibeus amplus (Chiroptera: Phyllostomidae) en los Andes venezolanos
En Venezuela, A. amplus se ha encontrado en unos pocos dormideros y tuvimos conocimiento de una colonia grande y estable en uno de ellos. Nuestra hipótesis es que el patrón reproductivo de A. amplus reflejará una clara relación con el régimen de lluvias del sitio de estudio (un único máximo anual), y esto puede resultar en un patrón diferente al de la mayoría de las especies de Artibeus (es decir, poliestría bimodal). Por lo tanto, el objetivo de nuestro estudio fue determinar el patrón reproductivo del gran murciélago frugívoro, en una cueva de los Andes venezolanos habitada por una colonia grande y estable.
Análisis estadístico: Se utilizaron análisis de modelos lineales generalizados (GLM) para determinar si la variación en la longitud máxima de los testículos era significativa, controlando la masa corporal, y utilizando R (R Core Team, 2015). Todas las pruebas estadísticas consideraron α = 0,05. La variación en la condición reproductiva de los machos y las hembras durante el estudio se estableció mediante porcentajes mensuales de murciélagos con cada condición reproductiva.
Fruitarian
La frugivoría está muy extendida entre los mamíferos y las aves, ya que consumen más del 75% de las especies de árboles tropicales (Howe & Smallwood, 1982). Al alimentarse, estos animales pueden dispersar las semillas de los frutos consumidos. Entre los mamíferos, los murciélagos destacan como los dispersores más importantes (Fleming & Heithaus, 1981; Gorchov et al. 1993; Fleming & Sosa, 1994), siendo capaces de transportar semillas hasta 10 km (Phyllostomidae) o hasta 50 km (Pteropodidae) (Morrison, 1978; Fleming, 1993).
Dispersión de semillas
¿Se ha dado cuenta de que nuestra vista humana es perfecta para encontrar frutas de colores? ¿Ha pensado alguna vez que la fruta nos huele tan bien que fabricamos perfumes con su aroma? Estas observaciones pueden llevarle a preguntarse si los humanos somos frugívoros (animales que prefieren una dieta de frutas). Pero todo el mundo dice que somos omnívoros, ¿verdad?
Hoy en día, los humanos están clasificados como omnívoros y no como frugívoros. Sin embargo, es probable que hayamos evolucionado a partir de frugívoros arborícolas, y las poblaciones más sanas de la Tierra siguen dietas centradas en las plantas. La dieta ideal para la prosperidad humana parece estar basada principalmente en las plantas, pero no está claro si la fruta debe ser el centro de atención.
Fíjese en este importante detalle: Muchos animales que son frugívoros son también omnívoros, técnicamente. En realidad, los términos no son mutuamente excluyentes. “Omnívoro” se refiere al alcance de la dieta, mientras que “frugívoro” se refiere al énfasis de la dieta.
Otra cosa que hay que reconocer: Hay un sentido básico y definitorio en el que los humanos son innegablemente omnívoros. Está claro que somos capaces de obtener energía de las plantas y de los animales y, en nuestra especie, la mayoría de los humanos comen ambas cosas.