¿Cómo se llama el queso de oveja?
Composición del queso de oveja El queso de oveja es un producto de alta calidad que contiene una serie de sustancias. Algunas de ellas se transfieren de la leche de oveja, mientras que otras, como la sal, se añaden, y otras se forman mientras el queso madura. Entre sus principales componentes está la caseína, una proteína de la leche. El queso de oveja también es una fuente de proteínas. Según los científicos, la cantidad de proteínas en este tipo de queso alcanza aproximadamente el 22%.
El queso de oveja también contiene grasas, que confieren al producto elasticidad, sabor y cualidades nutritivas. En su composición también hay minerales como el fósforo y el calcio. El queso de oveja también nos aporta vitamina A, vitamina B1, vitamina B6, vitamina B2, vitamina E y vitamina PP.
Historia del queso de oveja El queso de oveja es un producto alimenticio con una historia excepcionalmente larga. Existen hipótesis de que ya se elaboraba en el año 8000 a.C., cuando se empezó a domesticar a las ovejas. Además, se cree que inicialmente el queso de oveja se elaboraba sobre todo en Oriente Próximo y Asia Central.
¿Es bueno el queso de oveja?
La leche de oveja y la leche de vaca difieren en algunas características químico-físicas y microbiológicas que influyen en el proceso de elaboración del queso, en particular los contenidos de grasa y caseína son más del doble en la leche de oveja. La leche de oveja se caracteriza por una notable variabilidad en su composición (Ledda, 1992) debido a: la genética, la fase de lactación y, en menor medida, las condiciones de alimentación y estabulación. La leche de oveja es de color blanco porcelana y más clara que la de vaca, debido a la menor presencia de caroteno; también tiene mayor viscosidad debido a la mayor cantidad de sólidos. La leche de oveja requiere más cuajo, pero produce más cuajada porque es más rica en grasa y proteínas que la de vaca. Su acidez ronda entre 4,0 y 4,5°SH/50.
Los glóbulos de grasa tienen un diámetro medio relativamente menor que en la leche de vaca (Battistotti, 1992), negativamente la membrana protectora es más débil y puede desgarrarse fácilmente por acción mecánica, como resultado la grasa puede volverse rancia fácilmente. Las grasas constituyen el 98% de los triglicéridos, el 0,8% de los fosfolípidos y pequeñas cantidades de ácidos grasos libres. Los ácidos grasos predominantes son el palmítico y el oleico (25% y 20%); la presencia de ácidos de cadena media -cortos como el cáprico y el caprílico- es responsable del característico sabor a ricino del queso de oveja. La grasa es el componente que experimenta mayores cambios durante la lactación; estas variaciones influyen notablemente en el comportamiento de la leche de vaca y, en particular, en el contenido final de grasa del queso. Los rendimientos son superiores a los de la leche de vaca.
Sabor del queso de oveja frente al de vaca
¿Le gusta el queso de oveja? ¿Sabes por qué es el mejor? El queso es un elemento indispensable en la dieta mediterránea, por sus múltiples beneficios y también porque España es un gran productor de quesos de alta calidad y son reconocidos en todo el mundo.
Desde una ganadería sostenible, elaboramos un queso de oveja digno de su paladar, con un cuidado inigualable de nuestras ovejas, dejando su crecimiento natural y sin que nuestra tierra tenga ningún tipo de elemento químico que pueda alterar la producción.
Tal es la magnitud de calcio que contiene el queso de oveja que la Fundación Española de la Nutrición recomienda su consumo por ser una excelente forma de aportar mucho calcio en un pequeño volumen de alimento.
El fósforo desempeña un papel básico en innumerables reacciones bioquímicas a nivel celular. También son los principales componentes del esqueleto, y sin magnesio muchas funciones metabólicas no pueden llevarse a cabo.
El queso de oveja contiene vitaminas A, D y E, que son indispensables en nuestra dieta, ya que ayudan a regenerar los huesos y al desarrollo y absorción del calcio, es decir, el queso aporta vitaminas para absorber el calcio que contiene. Interesante, ¿verdad?
Queso de oveja frente a queso de vaca
Leche de oveja significa cuenca mediterránea, la zona geográfica en la que se desarrolló la historia de este alimento. Una leche robusta, ideal para la quesería, con la que se elaboran algunos de los quesos más sabrosos del mundo. E Italia no es una excepción: la tradición gastronómica del país contempla una incidencia sensiblemente mayor de los productos lácteos elaborados con leche de oveja frente a los elaborados con leche de búfala, burra y cabra. Sin embargo, el primer puesto lo ocupan siempre los productos elaborados con leche de vaca.
En parte también debido a su historia, la leche de oveja se sigue utilizando hoy en día sobre todo como materia prima para la elaboración de quesos, mientras que su consumo como leche se limita a una base de usuarios mucho más reducida y especializada. Esta podría ser una de las razones por las que, a pesar de ser un alimento completo y lleno de beneficios para la salud, no se dispone de muchos estudios científicos sobre su composición nutricional.
¿Cuáles son las principales diferencias entre los dos protagonistas, la leche de vaca y la de oveja? Si evaluamos la composición nutricional de la leche de oveja y la comparamos con la leche de vaca “entera y pasteurizada”, las diferencias más significativas surgen en la distribución del porcentaje de lípidos, proteínas e hidratos de carbono. Además, la leche de oveja tiene más calorías que la de vaca (+39 kcal / 100ml) debido a un mayor contenido en grasa (+3,3g / 100ml), proteínas (+2g / 100ml) y glucosa (+0,3g / 100ml), en relación con el contenido en agua. Por otra parte, el contenido de grasa de la leche de oveja es sustancialmente el mismo que el de la leche de vaca.