Dieta vegetariana
El interés por los sustitutos vegetales y las carnes de origen celular -denominados colectivamente en lo sucesivo como alternativas a la carne- ha crecido rápidamente en la última década. Mientras que algunos consumidores optan por evitar por completo la carne de animales de granja (en adelante “carne de granja”) o los alimentos de origen animal, un número cada vez mayor de personas está sustituyendo una parte de su consumo de carne por “sustitutos vegetales” que tratan de aproximarse a la textura, el sabor y/o los perfiles nutricionales de la carne de granja utilizando ingredientes derivados de legumbres, cereales, aceites y otras plantas y/o hongos. A estos productos se sumarán pronto las “carnes celulares” (también denominadas “carne cultivada”, “carne in vitro”, “carne cultivada en laboratorio”, “carne celular”, “carne cultivada” o “carne limpia”) obtenidas a partir de células madre animales mediante técnicas de ingeniería de tejidos, que actualmente se encuentran en su mayor parte en fase de prototipo.
Se prevé que el mercado mundial de sustitutos de origen vegetal alcance los 85.000 millones de dólares (USD) en 2030, frente a los 4.600 millones de dólares (USD) de 2018 (Gordon et al., 2019). Al mismo tiempo, aunque la carne basada en células aún no está disponible comercialmente, la investigación y el desarrollo avanzan rápidamente. Un grupo de expertos estima que la demanda de carne de vacuno y productos lácteos en Estados Unidos se reducirá entre un 80 y un 90% para 2035, impulsada en gran medida por la proyección de que el coste de los “alimentos proteicos modernos” (incluidos ciertos sustitutos de origen vegetal y las carnes basadas en células) será cinco veces más barato que las proteínas animales existentes (Tubb y Seba, 2019). Aunque estas estimaciones son especulativas, y no necesariamente respaldadas por otros expertos del sector, ponen de relieve el potencial disruptivo de las alternativas cárnicas sobre el sector de la ganadería.
Tabla de fuentes de proteínas veganas
La proteína es un macronutriente esencial, pero no todas las fuentes alimentarias de proteína son iguales, y puede que no necesites tanta como crees. Conozca los aspectos básicos de las proteínas y dé forma a su dieta con alimentos proteicos saludables.
Las proteínas se encuentran en todo el cuerpo: en los músculos, los huesos, la piel, el pelo y prácticamente en cualquier otra parte o tejido del cuerpo. Constituyen las enzimas que impulsan muchas reacciones químicas y la hemoglobina que transporta el oxígeno en la sangre. Al menos 10.000 proteínas diferentes hacen de ti lo que eres y te mantienen así.
Las proteínas están formadas por más de veinte componentes básicos llamados aminoácidos. Como no almacenamos aminoácidos, nuestro cuerpo los fabrica de dos maneras diferentes: partiendo de cero o modificando otros. Nueve aminoácidos -histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina-, conocidos como aminoácidos esenciales, deben proceder de los alimentos.
Es importante señalar que millones de personas en todo el mundo, especialmente los niños pequeños, no reciben suficientes proteínas debido a la inseguridad alimentaria. Los efectos de la carencia de proteínas y la malnutrición varían en gravedad, desde la falta de crecimiento y la pérdida de masa muscular hasta la disminución de la inmunidad, el debilitamiento del corazón y el sistema respiratorio, y la muerte.
Contenido en proteínas de los alimentos
Todos los procedimientos en los que participaron seres humanos fueron aprobados por el Comité Coordinador de Ética del Distrito Hospitalario de Helsinki y Uusimaa (1651/2016), y la investigación se llevó a cabo de acuerdo con los principios de la Declaración de Helsinki. Todos los participantes dieron su consentimiento informado por escrito.
Eur J Nutr 61, 1391-1404 (2022). https://doi.org/10.1007/s00394-021-02729-3Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Fuentes de proteínas vegetales
El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de la sustitución de proteína animal por fuentes de proteína vegetal en el rendimiento productivo de Astyanax altiparanae (lambari-do-rabo-amarelo). Se formularon cinco dietas experimentales con niveles crecientes de sustitución de proteína animal por proteína vegetal. Un total de 9000 individuos (peso medio inicial de 1,18 ± 0,12 g, longitud media inicial de 2,1 ± 0,3 cm) fueron distribuidos en 20 jaulas de red (1 m³) con una densidad de 450 ind. m-3. Las jaulas se colocaron aleatoriamente en un estanque (180 m², 1,5 m de profundidad, 10% de renovación de agua al día). Tras 63 días de cultivo, se tomó el recuento total y la biometría individual del 20% de cada unidad experimental. Se evaluó el peso medio, la longitud total, la supervivencia, la conversión alimenticia, la ganancia de peso de la biomasa y la composición corporal próxima. El diseño experimental fue completamente aleatorio con cinco tratamientos y cuatro repeticiones. La reducción del coste de formulación conseguida al aumentar los niveles de proteína vegetal compensó la ligera disminución de la ganancia de biomasa. Además, la inclusión de proteína vegetal dio lugar a una mayor deposición de grasa, lo que sugiere la exploración futura de A. altiparanae como alimento funcional.