Recetas de comida limpia
Se produce cuando el cuerpo almacena demasiado contenido de grasa en el hígado. Esto daña el hígado y le impide eliminar toxinas y producir bilis en el sistema digestivo. Esto puede provocar la aparición de otros problemas de salud.
Sin embargo, todos los frutos secos y las semillas pueden ayudar. Otro estudio descubrió que 2 ó 3 raciones de frutos secos al día reducían el colesterol “malo” LDL en una media de 10,2 mg/dl (7). Reducir el colesterol es un marcador clave para ayudar a revertir la enfermedad del hígado graso.
Se ha demostrado que el consumo de pescado graso, como el salmón, ayuda a reducir la proteína C reactiva o PCR (16, 17). Los niveles altos de PCR en la sangre son un marcador de inflamación, otro marcador clave que debe tratar de reducir.
La avena contiene betaglucano, un tipo de fibra especialmente útil para mejorar la función hepática. Los estudios han demostrado que comer avena puede reducir el colesterol total en un 5% y el colesterol “malo” LDL en un 7% (18).
Un estudio reveló que el consumo de varios alimentos de origen vegetal puede ser útil para mejorar la salud del hígado y combatir la enfermedad del hígado graso. Esto se debe a que casi todas las frutas y verduras contienen compuestos estrechamente relacionados con la salud del hígado.
Frutas hígado graso
Si le han diagnosticado hígado graso o está preocupado por desarrollarlo, los alimentos que consuma podrían marcar la diferencia para salvarle la vida. Aparte de tener una predisposición genética o una condición de absorción subyacente como el síndrome del intestino permeable, una de las principales causas de la enfermedad del hígado graso es la mala alimentación. Al centrarse en la pérdida de peso saludable y una dieta mejorada, puede revertir el hígado graso y restaurar su función hepática a niveles óptimos. Con ese fin, aquí están cinco de las más sabrosas recetas de pollo para el hígado graso para comenzar su planificación de comidas saludables.
El hígado graso podría referirse a dos tipos diferentes de enfermedad hepática: la enfermedad de hígado graso alcohólica y la no alcohólica. Cada una de ellas se produce cuando hay una mayor acumulación de grasa (triglicéridos) en el hígado. He aquí las distinciones adicionales.
Para revertir potencialmente la enfermedad del hígado graso alcohólico, lo primero es desintoxicarse del alcohol. Para el hígado graso no alcohólico, una dieta para el hígado graso centrada en la salud del hígado es su mejor medicina.
La dieta para el hígado graso, al igual que cualquier otra dieta saludable, incluye alimentos integrales como frutas y verduras, proteínas dietéticas y alimentos ricos en fibra como las legumbres y los cereales integrales. No es diferente del plan de la dieta mediterránea, que da prioridad a alimentos como el aceite de oliva prensado en frío y el pescado sobre los aceites vegetales refinados y la carne roja. Un rápido resumen de los alimentos que pueden mejorar el hígado graso incluyen:
Zumo de remolacha hígado
Puede que pienses: “Yo como verduras. Esto lo tengo cubierto”. Sin embargo, ¿cuántas raciones de verdura come realmente al día? Sólo el 7% de los australianos come las 5 raciones de verdura recomendadas o más de forma regular.
Esto no significa que haya que renunciar a la carne. Sin embargo, puede ser útil ser consciente de la cantidad de carne roja y procesada que comes y centrarte en incluir algunas opciones de proteínas de origen vegetal en tus comidas algunas veces a la semana.
Para perder peso de forma eficaz y sostenible, es importante conocer las necesidades energéticas de cada uno y saber cómo satisfacerlas con alimentos integrales. Un Dietista Acreditado (APD) puede ayudarte a entender las necesidades energéticas de tu cuerpo y a conseguir el equilibrio energético adecuado para un control de peso sostenible. Esto no tiene por qué significar contar calorías o pesarse y medirse en exceso, pero tener una idea clara de la cantidad de alimentos que necesita su cuerpo puede ser muy valioso y permitirle tomar decisiones más informadas.
Los peores alimentos para el hígado
La enfermedad del hígado graso, como su nombre indica, es una condición médica causada por la acumulación de grasa en el hígado. Hay dos tipos principales: la inducida por el alcohol (causada por el consumo excesivo de alcohol) y la no alcohólica (se produce incluso si nunca se ha bebido). Alrededor del 5% de la población de Estados Unidos padece hígado graso alcohólico. Y aproximadamente 100 millones de personas en EE.UU. padecen la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD); es la enfermedad hepática más común en los niños. La forma más grave se denomina esteatohepatitis del hígado graso no alcohólico (EHGNA), que puede evolucionar hacia enfermedades más graves como la cirrosis y el cáncer de hígado. Independientemente del tipo que se tenga, el mejor tratamiento es un cambio en el estilo de vida -que incluye perder peso, evitar el alcohol y seguir una dieta para hígado graso- para revertir la afección hepática.
Para combatir la enfermedad del hígado graso, es esencial realizar cambios estratégicos y duraderos en la dieta, en lugar de limitarse a evitar o integrar alimentos al azar aquí y allá. “La parte más importante de estos cambios es que deben ser sostenibles”, dice la doctora Aymin Delgado-Borrego, gastroenteróloga pediátrica y de adultos jóvenes y especialista en salud pública de Kidz Medical Services en Florida. En general, la mejor dieta para el hígado graso incluye: