Con hambre pero con asco de comida
En el siglo XXI, muchas personas se preocupan por su peso y su salud. Se esfuerzan por controlar el tamaño de sus raciones y la cantidad de comidas al día. Prestan atención a la calidad de los alimentos que eligen y a su efecto en el organismo. Sin embargo, también hay personas que tienen problemas con su apetito, y esto puede ser incluso más peligroso que comer en exceso. Resulta que el problema de “no como lo suficiente” es bastante común y puede tener su impacto en la salud. Este artículo le ayudará a encontrar respuestas a una serie de preguntas. ¿Qué causa la pérdida de apetito? ¿Cuáles son los posibles riesgos? ¿Qué se come cuando no se tiene ganas de comer? Siga leyendo y descubra las respuestas.
El hambre es una señal natural de su cuerpo de que le falta energía y necesita combustible. Tu cuerpo está trabajando constantemente y necesita energía para cada proceso. El trabajo de tu intestino y tu cerebro son dos de los procesos que más combustible exigen y que te hacen sentir hambre. Por eso la disminución del apetito no es natural para ti. Puede ser consecuencia de algunas emociones, medicamentos e incluso problemas de salud. A continuación encontrará una lista de las causas más comunes de la pérdida de apetito (7, 9).
No querer comer
ENU Pro3+ es un aditivo nutricional único, soluble y sin sabor, que ha demostrado clínicamente que aumenta el consumo diario de proteínas y calorías. Puede añadirse cómodamente a sus comidas y bebidas favoritas sin alterar el sabor, la textura ni aumentar el volumen de la ingesta de alimentos.
Dado que la sensación de hambre es una parte tan integral de la experiencia humana, puede ser difícil saber qué hacer si su relación con ese hambre cambia de repente. No es raro que las personas que luchan contra una enfermedad o que están experimentando cambios en sus vidas se encuentren con que no tienen hambre muy a menudo, mientras que otras pueden responder no teniendo ganas de comer, aunque tengan hambre. Esta situación puede ser confusa y abrumadora, pero es importante saber que hay medidas que puedes tomar para controlar tu peso y obtener los nutrientes que tu cuerpo necesita, incluso si has perdido el apetito o simplemente no tienes ganas de sentarte a comer. Para saber más sobre por qué no tienes ganas de comer, aunque tengas hambre, y qué puedes hacer en estas circunstancias, sigue leyendo mientras el equipo de ENU te lo explica.
No puede comer
Muchas personas luchan contra la falta o la pérdida de apetito pero siguen queriendo comer. Los síntomas de la sensación de falta de apetito pueden variar en intensidad y duración, durando en ocasiones sólo unos instantes o, a veces, abarcando tramos de tiempo más largos y problemáticos y sintiéndose mal. En este último caso, la pérdida de apetito y el hecho de seguir teniendo hambre durante largos periodos puede provocar problemas de salud física, emocional y mental. Es importante explorar las posibles causas de la pérdida de apetito y sus efectos para aprender a mantener un estilo de vida saludable y cuidarse bien. Buscar ayuda de un terapeuta en línea es un buen punto de partida.
Aunque algunos de sus síntomas más reconocidos están relacionados con el estado de ánimo o las emociones, la ansiedad también puede manifestarse como síntomas físicos. Entre ellos se encuentran la sudoración, la aceleración del ritmo cardíaco, las anomalías del sueño y la pérdida de apetito. Los trastornos de ansiedad también pueden causar molestias gástricas que dan lugar a un sinfín de problemas digestivos, como náuseas y diarrea.
Si los comportamientos de pérdida de apetito y los efectos físicos son de corta duración, es posible que no haya que preocuparse por ellos. Sin embargo, si persisten, la desnutrición, la deshidratación y un mayor riesgo de muerte se convierten en preocupaciones muy reales. Encontrar formas de afrontar o reducir la ansiedad puede ayudarle a recuperar el apetito y a aliviar los síntomas de ansiedad.
Qué causa la pérdida de apetito
Comer bien es importante, ya que su cuerpo necesita energía, proteínas, vitaminas y minerales para ayudarle a recuperarse. Una buena ingesta de alimentos ricos en proteínas y energía le ayudará a reconstruir los músculos, mantener su sistema inmunitario y aumentar sus niveles de energía para que pueda realizar sus actividades habituales.
Minimizar la pérdida de peso y recuperar la fuerza muscular es importante para su recuperación. Es importante que controle su peso y esté atento a los signos de pérdida de peso, como que la ropa y las joyas le queden flojas.
Es posible que las comidas le resulten un poco abrumadoras en este momento, pero debe intentar comer poco y a menudo, lo que puede incluir tres pequeñas comidas nutritivas más tentempiés/bebidas nutritivas entre ellas hasta que se le abra el apetito. Elija alimentos ricos en proteínas (carne, pescado, huevos, queso, judías y lentejas) y en energía. Sirve la comida en platos pequeños para hacerla más atractiva.
Puedes probar a utilizar “leche enriquecida”, que te aportará más proteínas. Añade 4 cucharadas de leche desnatada en polvo a una pinta de leche entera. Utiliza esta pinta de leche enriquecida a lo largo del día en bebidas, cereales y/o salsas.