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¿Que darle de comer a una persona con demencia?

¿Que darle de comer a una persona con demencia?

Alimentar con cuchara a los pacientes con demencia

Las personas que viven con Alzheimer o demencia suelen comer menos de lo que solían.    Esto puede deberse a problemas médicos relacionados con la masticación, la deglución o la digestión de los alimentos.  A veces, las personas simplemente pierden el interés por la comida. Esto puede ocurrir por una larga lista de razones, como la pérdida del gusto, la capacidad olfativa, la pérdida de memoria y el pensar que ya han comido.    La capacidad y el deseo de comer tienden a empeorar a medida que avanza la enfermedad, y asegurarse de que una persona con demencia ingiera una comida nutritiva, o coma lo suficiente, puede convertirse en un verdadero problema práctico y emocional para el cuidador. Hemos recopilado aquí una lista de 8 consejos prácticos para ayudar a alguien con demencia a comer más.1. El color del plato importaEn un estudio realizado en la Universidad de Boston, los investigadores descubrieron que los pacientes que comían en platos rojos consumían un 25% más de comida que los que comían en platos blancos. Esto parece estar relacionado con la forma en que una persona con demencia ve la comida en el plato. Si no puede ver realmente la comida porque está en un fondo blanco, es mucho menos probable que la coma.

Lista de alimentos para los pacientes con demencia

Las personas con demencia pueden desarrollar problemas para comer, beber y su capacidad para tragar en cualquier etapa de su enfermedad, aunque es más común ver esto en las etapas más avanzadas. En esta sección podrá explorar por qué ocurre esto y cómo puede ayudar.

Cuando una persona con demencia avanzada sólo ingiere una cantidad muy limitada de alimentos y líquidos o ya no puede tragar de forma segura, puede ser un momento extremadamente difícil y emocional para la familia y el personal asistencial, ya que tratan de averiguar la mejor manera de responder y cuidar a la persona con demencia. Es importante intentar mantener la comida y la bebida, incluso en cantidades muy pequeñas, para sentirse cómodo y disfrutar. Los terapeutas del habla y del lenguaje pueden ayudar y aconsejar sobre los cambios en la deglución en este momento.

A medida que la demencia progresa, afecta al área del cerebro que controla la deglución. En la demencia avanzada la persona puede tener una deglución débil o perder la capacidad de tragar con seguridad. Por ejemplo, pueden toser o atragantarse después de tragar alimentos o bebidas. Vea el artículo “Problemas de masticación y deglución” en la sección Comer bien.

¿Por qué los pacientes con demencia no quieren comer?

Los dos tipos más comunes de demencia, la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular, afectan a la memoria, el lenguaje, la capacidad de pensar, la capacidad de atención y la percepción. Estas características suponen un reto para la alimentación y la nutrición. Junto con los cambios relacionados con la edad en el apetito, la sed y el sentido del olfato y el gusto, la demencia puede suscitar dificultades con los comportamientos alimentarios y la hora de comer. Aquí hay algunos consejos para mantener y fortalecer el estado nutricional de las personas con demencia:

Ya que las personas con demencia pueden estar confundidas y abrumadas, es mejor mantener la hora de la comida simple y minimizar las distracciones. Los centros de mesa, los cubiertos adicionales y los alimentos múltiples pueden causar confusión. Ofrecer uno o dos alimentos a la vez puede aumentar la concentración y el consumo de alimentos.

Algunas personas se benefician de un entorno tranquilo, sin televisores, música alta, conversaciones que distraigan, zonas con mayor tráfico de personas o ventanas. Recuerde también que pueden ser necesarias las indicaciones verbales y la preparación de los alimentos, como abrir los recipientes, quitar las tapas y sacar los cubiertos del envase.

Desayuno para pacientes con demencia

Cuando una persona pasa a las últimas fases de la enfermedad de Alzheimer, el cuidado de los pacientes puede resultar más difícil. Este artículo ofrece formas de adaptarse a los cambios que se producen durante el Alzheimer grave o en fase avanzada.

Durante las últimas etapas de la enfermedad de Alzheimer, una persona puede perder la capacidad de moverse y pasar gran parte de su tiempo en una cama o una silla. Esta falta de movimiento puede causar problemas como úlceras por presión o escaras, y rigidez en brazos, manos y piernas.

Si la persona con Alzheimer no puede moverse por sí misma, póngase en contacto con un asistente sanitario a domicilio, un fisioterapeuta o un enfermero para que le ayude. Estos profesionales pueden mostrarte cómo mover a la persona de forma segura, por ejemplo, cambiando de posición en la cama o en una silla.

Un fisioterapeuta también puede enseñarte a mover las articulaciones del cuerpo de la persona mediante ejercicios de amplitud de movimiento. Durante estos ejercicios, se sujetan los brazos o las piernas de la persona, de uno en uno, y se mueven y doblan varias veces al día. El movimiento evita la rigidez de brazos, manos y piernas. También previene las úlceras por presión o las escaras.

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