Vida útil de la manta raya
Las manta rayas son grandes rayas pertenecientes al género Mobula (antes su propio género Manta). La especie más grande, M. birostris, alcanza los 7 m de ancho, mientras que la más pequeña, M. alfredi, llega a los 5,5 m. Ambas tienen aletas pectorales triangulares, aletas cefálicas en forma de cuerno y bocas grandes orientadas hacia delante. Se clasifican entre los Myliobatiformes (rayas y parientes) y se sitúan en la familia Myliobatidae (rayas águila). Tienen el cerebro y la relación cerebro-cuerpo más grandes de todos los peces, y pueden pasar la prueba del espejo.
Las mantas se encuentran en aguas cálidas templadas, subtropicales y tropicales. Ambas especies son pelágicas; M. birostris migra a través de los océanos abiertos, individualmente o en grupos, mientras que M. alfredi tiende a ser residente y costera. Son filtradores y comen grandes cantidades de zooplancton, que recogen con la boca abierta mientras nadan. Sin embargo, las investigaciones sugieren que la mayor parte de su dieta (73%) proviene de fuentes mesopelágicas. La gestación dura más de un año y las mantas dan a luz a crías vivas. Las mantas pueden visitar estaciones de limpieza para la eliminación de parásitos. Al igual que las ballenas, realizan una erupción por razones desconocidas.
Datos curiosos sobre la manta raya
Las mantas son organismos muy móviles y por lo tanto pueden ser muy difíciles de encontrar y estudiar; sin embargo, en México frecuentan la costa del Pacífico, especialmente Bahía de Banderas. Tal y como afirman Stewart et al. (2014)[1], el Proyecto Manta ha estado monitoreando las mantas en la zona desde agosto de 2013, y hemos observado densidades de hasta 20 mantas por hora en un tramo de 500 metros de costa, lo cual es un número increíblemente alto en comparación con otros puntos calientes en todo el mundo donde el mismo número de mantas puede no ser observado en todo un día. Esto plantea la pregunta: ¿Por qué este lugar es tan especial para las mantas?
Puede haber diferentes explicaciones, incluyendo que las mantas utilizan Bahía de Banderas para la reproducción, para alimentarse o para pasar por una ruta migratoria. Stewart y Aburto (2014)[2] encontraron que una manta marcada en Bahía de Banderas viajó a lo largo de la costa del Pacífico mexicano durante seis meses, llegando a Bahía de Banderas en agosto y de nuevo de diciembre a febrero. Esto sugiere que Bahía de Banderas no es simplemente una parada a lo largo de una ruta migratoria, y puede haber otros factores, como la disponibilidad de alimentos, que las atraen a la zona.
Hábitat de la manta raya
Blog – 9 de abril de 2021Cinco datos fascinantes sobre las mantarrayasNuestro insustituible arrecife alberga miles de especies increíbles y las mantarrayas no son una excepción. Las mantarrayas, criaturas muy inteligentes y sociales que se ven a menudo en las aguas tropicales de la Gran Barrera de Coral, tienen un carácter curioso y a veces juguetón, lo que las hace muy populares entre los buceadores.
Apenas estamos empezando a comprender el papel crucial que desempeñan estos gentiles gigantes en los ecosistemas de los arrecifes de coral. Un estudio reciente de la Fundación Save Our Seas descubrió que las mantas viajan regularmente entre los arrecifes de coral y las profundidades del océano, donde se alimentan de cierto tipo de zooplancton. Cuando regresan al arrecife, sus desechos actúan como fertilizante, proporcionando al coral nutrientes que no se encuentran en las zonas circundantes. Esto ayuda al coral a crecer y puede contribuir a mantener la salud de los arrecifes de coral. He aquí otros cinco datos fascinantes sobre estas criaturas únicas:
El nombre describe sus aletas pectorales, parecidas a alas, que baten para deslizarse con elegancia por el agua. Las mantas también tienen dos aletas que sobresalen de la cabeza, lo que les ha valido el apodo de “pez diablo”.
¿Son peligrosas las manta rayas?
Se ha descubierto una población juvenil de mantarrayas gigantes en el sur de Florida, y se está estudiando mientras el gobierno federal elabora planes para proteger la especie. Aunque las principales amenazas para las mantarrayas se encuentran en el Océano Pacífico, donde son objeto de uso en la medicina tradicional china, los defensores dicen que ese peligro no hace sino aumentar la importancia de la población estadounidense.
“Es superimportante proteger esta zona porque puede ser un refugio para las poblaciones de manta de todo el mundo”, afirma Jessica Pate, científica investigadora de la Marine Megafauna Foundation, pionera en el estudio de la población del sur de Florida.
“Las mantas son realmente geniales. Tienen el cerebro más grande de todos los peces. Creemos que son muy inteligentes. Tienen comportamientos sociales. Uno de nuestros investigadores descubrió que las hembras pueden formar vínculos sociales que duran años”.
El Servicio Nacional de Pesca Marina designó a las manta rayas como especie amenazada en 2018 y comenzó a trabajar en un plan de recuperación, cuyo borrador se espera que salga este año. Como parte de ese proceso, el servicio considerará si proteger cualquier área como hábitat crítico, una designación que requeriría que la manta raya se tenga en cuenta en cualquier acción federal que involucre esa área.