Vaso de cerveza Orval
La Brasserie d’Orval es uno de los seis monasterios trapenses que quedan en Bélgica. (También están La Trappe en los Países Bajos, Engelszell en Austria y la recientemente designada cervecería trapense Spencer en la abadía de San José en Estados Unidos).
Una compleja combinación de sabores se presenta en oleadas. Primero un poco de acidez, luego sabores frutales de pera y manzana verde, con una columna vertebral de malta crujiente y suaves especias. La levadura Orval cultivada, junto con la levadura Brettanomyces, añaden más capas de sabor y complejidad. Un buen nivel de carbonatación realza los picos de pimienta y contribuye a un agradable final amargo.
Orval untappd
Orval es una cerveza que destaca. La receta, el vaso, la botella y la etiqueta son únicos y no han cambiado desde el lanzamiento de Orval en la década de 1930. Esta cerveza también destaca por su combinación de técnicas de elaboración: fermentación alta y espontánea. Y tanto el lúpulo como la levadura contribuyen por igual al inigualable aroma y sabor de esta cerveza.
A diferencia de los demás trapenses belgas, Orval se ha limitado a producir esta única cerveza. Esta decisión se debe al enfoque único adoptado por la comunidad trapense de Orval desde el principio. Los monjes de Orval pusieron en marcha su cervecería para poder financiar la reconstrucción de su abadía.
Los beneficios obtenidos con la cerveza se redistribuyeron: más de la mitad se destinó a causas benéficas y el resto a la construcción de la abadía. La cerveza demostró su eficacia: en quince años, una abadía completa resurgió de sus cenizas.
Todo ello confirma que la cerveza Orval es un fenómeno. Incluso hoy en día, con la explosión de estilos y calidad entre las cervezas belgas, Orval es una perla rara, que une con éxito lúpulo, levadura, malta de cebada, azúcar cristalizado y un toque de magia de levadura salvaje, para producir ese cálido brillo de Orval.
La cerveza chouffe
La política comercial de la cervecera se adapta a los valores de la comunidad monástica. Los ingresos procedentes de los royalties generados por la marca se destinan a obras sociales y al mantenimiento de los edificios.
Las diferentes etapas de fermentación -fermentación combinada con la levadura original y con levadura salvaje, seguida de la fermentación en botella- hacen que la cerveza deba envejecer durante algún tiempo y exige numerosos controles de calidad.
Esta dimensión ética es uno de los tres criterios de la denominación “Auténtico Producto Trapense”. Para obtener esta denominación, un producto debe fabricarse en una abadía trapense, la comunidad monástica debe participar directamente en la gestión de las actividades y los ingresos deben destinarse esencialmente a la beneficencia.
Las diferentes etapas de producción son una garantía de calidad, respetando los métodos de producción originales. Este enfoque, centrado en un crecimiento controlado y constante, implica también límites.
Revisión de la cerveza Orval
La cerveza se elaboró por primera vez en 1931 y debe su inigualable sabor a la calidad del agua, el lúpulo y la levadura utilizados. La cervecería ha seleccionado variedades de lúpulo muy aromáticas y únicas, que se remontan al primer maestro cervecero de Orval, procedente de Baviera. Los aromas de la cerveza son muy pronunciados, manteniendo el nivel adecuado de amargor gracias al método inglés de lupulización en seco.
Las distintas etapas de fermentación -fermentación combinada con la levadura original y con levadura salvaje, seguida de la fermentación en botella- hacen que la cerveza deba envejecer durante algún tiempo y exige numerosos controles de calidad.