Cómo cocinar almejas congeladas sin cáscara
Las almejas recolectadas en aguas aprobadas, manipuladas y procesadas en condiciones sanitarias y refrigeradas adecuadamente son seguras para el consumo en crudo por parte de personas sanas. Las aguas de recolección son controladas por los estados y las jurisdicciones locales. Si se encuentran niveles excesivos de contaminantes, se prohíbe la recolección comercial de almejas y otros mariscos.
Los pescadores recreativos deben recolectar almejas sólo en aguas que sean seguras y estén aprobadas para la recolección. Las autoridades sanitarias estatales o locales suelen emitir advertencias y cierres para avisar a los pescadores recreativos.
Los funcionarios federales, estatales y locales utilizan las directrices del Programa Nacional de Saneamiento de Mariscos para regular el cultivo, la manipulación, el procesamiento y la distribución de almejas. Estas directrices exigen que las etiquetas del producto incluyan un número de distribuidor certificado. Este número indica que la empresa del distribuidor opera de acuerdo con el Programa Nacional de Saneamiento de Mariscos.
Las almejas son moluscos con dos conchas articuladas (bivalvos) que filtran su alimento del agua circundante y se entierran en el lodo o la arena en aguas poco profundas tanto dulces como saladas. Varias especies de almejas se explotan comercial y recreativamente en las costas oriental, occidental y del Golfo. La forma de las conchas de las almejas varía según la especie y puede ser alargada, ovalada, redonda o rectangular.
¿Se pueden cocinar almejas congeladas
Los mariscos son alimentos nutritivos que pueden disfrutarse de diversas maneras. Los mariscos pueden tener un par de conchas (bivalvos) o una sola (univalvos). Sin embargo, la principal preocupación en materia de seguridad está relacionada con los mariscos que se alimentan por filtración (por ejemplo, ostras, almejas, vieiras, mejillones y berberechos).
Los canadienses deben ser conscientes de algunos problemas potenciales de seguridad alimentaria asociados a estos alimentos. Los mariscos bivalvos crudos pueden ser portadores de bacterias, virus y toxinas que pueden causar enfermedades de transmisión alimentaria. Por eso es importante recoger, almacenar, manipular y preparar el marisco de forma adecuada para ayudar a prevenir enfermedades.
En particular, los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios debilitados son más susceptibles de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos y deben evitar el consumo de marisco crudo o poco cocinado. La susceptibilidad a ciertas infecciones de origen alimentario asociadas al consumo de marisco crudo también puede aumentar en personas en las que la acidez estomacal se ha reducido (por ejemplo, usuarios frecuentes de antiácidos).
Recuerde que, para evitar la contaminación cruzada, debe lavarse cuidadosamente las manos con agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de manipular marisco crudo. Limpie y desinfecte todas las superficies y utensilios de cocina que hayan estado en contacto con marisco crudo o parcialmente cocinado y sus jugos crudos.
Cómo saber si las almejas cocidas están malas
El pescado y el marisco contienen proteínas de alta calidad y otros nutrientes esenciales y son una parte importante de una dieta saludable. De hecho, una dieta equilibrada que incluya una variedad de pescados y mariscos puede contribuir a la salud del corazón y ayudar al correcto crecimiento y desarrollo de los niños.
Al igual que con cualquier tipo de alimento, es importante manipular el marisco de forma segura para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos, a menudo llamadas “intoxicaciones alimentarias”. Siga estos consejos de manipulación segura para comprar, preparar y almacenar el pescado y el marisco, y usted y su familia podrán disfrutar con seguridad del buen sabor y la buena nutrición del marisco.
Compre sólo pescado refrigerado o expuesto sobre una gruesa capa de hielo fresco (preferiblemente en una caja o bajo algún tipo de cubierta). Dado que el color de un pescado puede verse afectado por varios factores, como la dieta, el entorno, el tratamiento con un fijador del color como el monóxido de carbono u otros procesos de envasado, el color por sí solo no es un indicador de frescura. Los siguientes consejos pueden ayudarle a la hora de tomar decisiones de compra:
Mis almejas congeladas están abiertas
Casi siempre cocino las almejas el mismo día que las compro, cuando están más frescas. Dicho esto, con un almacenamiento cuidadoso, se pueden refrigerar las almejas frescas durante 24 horas (muchas fuentes dicen que hasta 48 horas, pero yo rara vez las mantengo más de un día).
Para almacenarlas, me gusta pasar las almejas de su bolsa a un colador de malla. Si has comprado muchas almejas (más de 2 o 3 libras), repártelas en varios coladores para que no se asfixien unas a otras.
Me gusta comprobar las almejas un par de veces durante el almacenamiento para poder refrescar el papel de cocina, desechar las almejas que han perecido y escurrir el líquido acumulado en el recipiente. Las almejas que han muerto durante el proceso pueden contaminar el resto del grupo, por lo que conviene sacarlas de ahí lo antes posible.
La mayoría de las almejas que comprarás en la tienda de comestibles en el mostrador de mariscos o en el mercado de mariscos se cultivan en un entorno que no produce muchos sedimentos, o han sido prepurgadas antes de ser vendidas. La mayoría de las veces, lo único que necesitan estas almejas es un lavado a fondo por fuera.