Crema balsámica de higos
Nuestra crema con vinagre balsámico ecológico IGP de Módena representa una versión única del vinagre balsámico de Módena. Es un condimento negro y brillante, caracterizado por una densidad de 1,22, y aporta a los platos el típico aroma dulce del vinagre. Su agradable paladar se debe a su equilibrado sabor agridulce.
Nuestra receta, con una alta presencia de mosto de uva cocido, la convierte en un producto especial, refinado e indispensable en las cocinas de alta gama, perfecto tanto para realzar el sabor como para enriquecer los platos con decoraciones y texturas únicas.
Esta crema se caracteriza por su adaptabilidad: es perfecta para adornar y decorar platos. La recomendamos para aliñar ensaladas, acompañar carnes y pescados, pizzas, quesos, frutas y helados.
Crema balsámica frente a vinagre balsámico
Este producto especial se desarrolló a principios de los años noventa en colaboración con un equipo de chefs internacionales que establecieron los principios básicos de una crema balsámica destinada a reproducir las técnicas de preparación normalmente aplicadas en las recetas cocinadas en cualquier cocina profesional, a base de Vinagre Balsámico de Módena – Aceto Balsamico di Modena I.G.P., vinagre de vino y vinagre de manzana.
El proceso de producción evita la carbonización de los azúcares y, por tanto, el sabor agrio y la acidez controlada en función del vinagre. El sabor aterciopelado de la crema balsámica se une a los sabores de la trufa, la albahaca de la región de Liguria, la vainilla, la guindilla picante, la soja con jengibre, la soja con salsa washabi, el limón, el mango, las castañas, la frambuesa, los higos, los tomates secos, el melocotón y las avellanas con peras.
La selección de ingredientes para las cremas es cuidadosa, buscando materias primas puras, que no sean tóxicas ni peligrosas para la salud, evitando así cualquier sabor indeseado o antagónico al vinagre.
Crema de vinagre balsámico
La crema balsámica es un condimento altamente concentrado a base de Aceto Balsamico. Este famoso vinagre balsámico de las provincias septentrionales italianas de Módena y Reggio Emilia se caracteriza por su rico color marrón oscuro, su típico e intenso aroma a fruta y cocido y -en comparación con el vinagre convencional de vino, manzana o aguardiente- su consistencia más espesa. Esto último se debe a que el vinagre balsámico se elabora a partir de mosto de uva cocido, que es muy viscoso debido al largo proceso de cocción.
La diferencia esencial entre los dos condimentos es su consistencia: como ya indica el término crema balsámica, se trata de una sustancia cremosa – su consistencia es comparable a la de la mostaza, la mayonesa o el yogur cremoso. Este espesor se consigue añadiendo al vinagre balsámico como ingrediente básico mosto de uva concentrado espesado y almidón, como por ejemplo almidón de maíz.
Otra diferencia radica en la forma de dosificación: debido a su consistencia cremosa y a su alta concentración, la crema balsámica se presenta sobre todo en botellas más pequeñas, normalmente de entre 100 y 250 ml. Para facilitar su manejo, los frascos pequeños también son de plástico y suelen estar provistos de un accesorio dosificador, de modo que se puede exprimir el contenido mediante una ligera presión y extraer con la misma precisión la cantidad deseada.
Pasta a la crema balsámica
A veces, detrás de un sabor nobilísimo hay pocos y sencillos ingredientes combinados con toda su pureza. Éste es también el caso del refinado glaseado balsámico, resultado de la unión entre vinagre balsámico de Módena IGP, vino tinto y azúcar. El resultado es una salsa con cuerpo y un intenso sabor agridulce, ideal para enriquecer el sabor -y realzar el aspecto- de muchos platos.
No es simplemente “otra versión” del vinagre balsámico: es una crema intensa, moderna y con un aroma único, el toque final de un artista que quiere hacer de su trabajo una verdadera obra de arte, aunque sea para el paladar. Ideal para condimentar incluso el plato más sencillo con una nota agridulce, elevará cada receta y sorprenderá a sus invitados con su carácter fuerte y moderno.
Para reducir el tiempo de cocción y obtener una salsa aún más cremosa, ideal para sazonar y decorar platos, puede añadir 15 g de fécula (a elegir entre fécula de patata o de maíz), y mezclar bien en el vaso de vino antes de cocinar. De este modo se obtendrá la consistencia con cuerpo en menos tiempo.