Qué es el pescado azul
El pescado azul es una de las pocas fuentes dietéticas de vitamina D que refuerza los huesos, y aumentar su consumo puede ser una buena idea tanto para la materia gris como para la visión, ya que uno de los tipos de grasas omega-3 del pescado azul (DHA) contribuye al funcionamiento normal del cerebro y los ojos.
Si estás cuidando tu peso, te alegrará saber que todos los pescados -incluidos los blancos, los ricos en aceite y los mariscos- son una buena fuente de proteínas, que ayudan a mantenerte saciado durante más tiempo, por lo que es menos probable que piquetes entre horas. Además, el pescado blanco y el marisco suelen ser bajos en grasa.
Deberíamos consumir al menos dos raciones de pescado a la semana, una de las cuales debe ser graso. Una ración es de 140 g (cocida), lo que equivale aproximadamente a un pescado blanco de tamaño medio como el bacalao o el eglefino, un pescado azul de tamaño medio como la caballa o una lata de atún o salmón escurrido.
El pescado no tiene por qué ser complicado de preparar ni caro. El pescado congelado suele ser más barato e igual de nutritivo que el fresco, y el pescado azul en conserva, como la caballa y el salmón, es una forma cómoda de obtener omega 3. La excepción es el atún en lata, que no contiene omega 3, mientras que el fresco sí.
Pescado con alto contenido de omega-3
Todos hemos visto en los titulares que el pescado azul es, al parecer, otro “superalimento” y que, por tanto, deberíamos incluirlo más en nuestra dieta. Pero, ¿las pruebas respaldan estas afirmaciones? Y si es así, ¿qué tipos de pescado azul debemos buscar?
El pescado azul se diferencia del blanco, además de ser más oscuro y de sabor más fuerte, por su mayor contenido en grasas “buenas”. Una de estas grasas “buenas”, las grasas omega-3, se considera muy importante para mantener nuestra salud y prevenir las enfermedades. El pescado azul es una de las principales fuentes de grasas omega-3 en nuestra dieta.
El pescado azul se diferencia del blanco, además de ser más oscuro y de sabor más fuerte, por su mayor contenido en grasas “buenas”. Una de estas grasas “buenas”, las grasas omega-3, se considera muy importante para mantener nuestra salud y prevenir las enfermedades. El pescado azul es una de las principales fuentes de grasas omega-3 en nuestra dieta.
Sí, y no. Las grasas “omega-3” son en realidad un conjunto de grasas diferentes, que obtenemos de diversas fuentes. Pero son las grasas omega-3 de cadena larga, conocidas como “DHA” y “EPA”, las que se han asociado con la mayoría de los beneficios para la salud en los estudios clínicos. Se encuentran principalmente en el pescado azul, en los suplementos de aceite de pescado o en algún suplemento de fitoplancton.
Pescado para comer
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Los ácidos grasos omega-3 son una forma esencial de grasa dietética con varios beneficios para la salud. El pescado graso tiene un alto contenido en dos tipos principales de omega-3, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Debido a su contenido en omega-3, el consumo regular de pescado se asocia con índices significativamente menores de enfermedades cardíacas.
La Asociación Americana del Corazón recomienda comer al menos dos raciones de pescado a la semana. Una ración equivale a 3,5 onzas de pescado cocido o 3/4 de taza de pescado en escamas. La elección de una variedad de pescados diferentes ayuda a reducir su exposición a los contaminantes ambientales, como el mercurio. Aquí tienes ocho deliciosos pescados que puedes añadir a tu lista de la compra.
El arenque suele servirse en escabeche como aperitivo antes de las comidas, pero este pequeño pescado también puede cocinarse a la parrilla, en el horno o en la cocina. El arenque es una gran fuente de proteínas, calcio, magnesio, potasio, niacina, vitamina B-12 y selenio.
¿Es el pargo un pescado azul?
El pescado azul nos proporciona una rica fuente de ácidos grasos poliinsaturados omega 3, que pueden ayudar a reducir los riesgos de enfermedades cardíacas. Resulta que, por término medio, la población del Reino Unido sólo consume un tercio de la ingesta recomendada de pescado azul, y que siete de cada diez personas no comen nada en absoluto.
Hay pruebas sólidas que apoyan el hecho de que los ácidos grasos omega 3 pueden ayudar al desarrollo del sistema nervioso de los bebés antes y después de nacer. También hay una pequeña cantidad de evidencia que sugiere que si las mujeres que están tratando de quedar embarazadas y las mujeres que están embarazadas comen pescado azul, esto ayudará al desarrollo de sus bebés.
El aceite de pescado omega 3 en la dieta protegerá el corazón y la circulación puede reducir el riesgo de ciertos cánceres. Los estudios médicos también han demostrado que los aceites omega 3 desempeñan un papel importante en el desarrollo de nuestro cerebro.
El pescado, en general, contiene abundantes minerales esenciales, como hierro, zinc, yodo y selenio. El pescado también es una buena fuente de vitaminas, que mantienen la salud de los tejidos nerviosos, la fortaleza de los huesos y los dientes y el brillo de la piel. Además de su cerebro, su vida amorosa también podría verse beneficiada, ya que el marisco, en particular las ostras, tiene fama de ser afrodisíaco.