Calorías del muslo de pollo
Pero sus cualidades no son sólo culinarias, también es una de las carnes más saludables, por lo que estará presente en una buena dieta. Es interesante que leas este artículo sobre las partes del pollo que te ayudará a obtener más información.
El pollo es una carne magra que contiene poca grasa y se concentra en lugares fácilmente identificables. La piel es el tejido donde más se acumula. Por el contrario, el muslo y la pechuga son las dos piezas con menos lípidos, esta última con sólo 60 miligramos de grasa por 1 gramo de carne.
Además, contiene una media del 40% de aminoácidos esenciales (que nuestro cuerpo no sintetiza y debemos aportar con la dieta), como el triptófano, imprescindible para regular los niveles de serotonina en el cerebro.
Vitaminas como la A, B6, B12, niacina, tiamina o rivoflabina, o minerales como hierro, zinc, magnesio, potasio o fósforo están presentes en esta deliciosa carne. También es baja en sodio, por lo que puede ser consumida por quienes padecen hipertensión.
Además de ser muy saludable gracias a sus propiedades, la carne de pollo destaca por su sabor, versatilidad y textura en el universo culinario. Existen innumerables recetas y preparaciones diferentes: asada, en escabeche, frita… todas deliciosas y muy saludables en esencia.
¿Es sano comer pollo todos los días?
Comer pollo todos los días no es malo, pero hay que tener cuidado al elegir el adecuado y también al cocinarlo bien. C
¿Cuáles son los efectos secundarios de comer pollo?
Los productos de pollo contienen colesterol, carcinógenos y contaminantes. El colesterol, los carcinógenos, los patógenos e incluso las heces presentes en los productos de pollo aumentan el riesgo de cardiopatías, cáncer de mama y de próstata, infecciones del tracto urinario y enfermedades transmitidas por los alimentos.
¿El pollo es sano o insano?
El pollo es muy nutritivo y una buena fuente de proteínas. Añadir pollo a tu dieta puede ayudar a perder peso, al crecimiento muscular y a la salud ósea.
Ventajas de las aves de corral
¿Busca una proteína cardiosaludable para incorporar a su dieta? Brenda Roche Wolford, MS, RD, una de nuestras expertas en sistema alimentario, ofrece algunos consejos prácticos para elegir el pollo más sano, seguro y adecuado para las necesidades de su familia.
De todas las opciones de pollo que hay en el supermercado, la más saludable es la pechuga de pollo fresca. La carne blanca (pechuga de pollo) tiene algo menos de colesterol que la carne oscura (patas y alas). Es, sin duda, más baja en grasas saturadas. En general, la carne de ave es una proteína cardiosaludable. Normalmente, cuanto menos procesada esté, mejor. Asegúrese de quitarle la piel al pollo y tendrá una fuente realmente excelente de proteínas magras.
Hoy en día hay muchas etiquetas, por lo que es importante que los consumidores entiendan lo que significan. Etiquetas como “ecológico”, “natural”, “criado en libertad” o “sin antibióticos” son más bien preferencias personales de los consumidores. Algunos de estos términos están regulados por el USDA, y otros no. Puede haber una diferencia en el sabor o la calidad que el consumidor prefiera con determinadas etiquetas. Sin embargo, que lleve una de esas etiquetas no significa que sea más sano.
Pollo poco saludable
Los carcinógenos están presentes de forma natural en el pollo. En un estudio del Comité de Médicos elaborado a partir de pruebas de laboratorio independientes, el 100% de 100 muestras de pollo a la parrilla de las principales cadenas de restaurantes de California contenían PhIP, un carcinógeno reconocido a nivel federal que se ha relacionado con el cáncer de mama, próstata y otros tipos de cáncer. El PhIP se forma de forma natural a partir de sustancias que se encuentran en los tejidos cuando éstos se exponen directamente a altas temperaturas.
El pollo también eleva los niveles de colesterol tanto como la carne roja. Los investigadores probaron los efectos de las dietas bajas en grasas saturadas que obtenían sus proteínas de la carne roja (ternera y cerdo), de la carne blanca (pollo y pavo) o de fuentes no cárnicas (legumbres, frutos secos, cereales y productos de soja). Resultó que tanto la carne blanca como la roja aumentaban el colesterol LDL (“malo”), en comparación con las proteínas de origen vegetal, y lo hacían aproximadamente en la misma medida.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que cada año alrededor de 1 millón de personas enferman por comer productos avícolas contaminados con gérmenes nocivos. Un estudio de 2017 reveló que las aves de corral eran responsables del mayor número de brotes, enfermedades y hospitalizaciones transmitidos por los alimentos, y del segundo mayor número de muertes.
Comer demasiado pollo
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La pechuga de pollo es una excelente fuente de proteína magra (proteína sin mucha grasa acompañante). Esto significa que la mayoría de las calorías de la pechuga de pollo proceden de las proteínas. Las personas que consumen suficientes proteínas tienen más probabilidades de mantener la masa muscular y conservar un metabolismo saludable. Como las pechugas de pollo son versátiles y relativamente baratas, es inteligente incluirlas en un plan de alimentación equilibrado y saludable.
Una ración de 85 g de pechuga de pollo deshuesada y sin piel a la plancha contiene 128 calorías, 26 gramos de proteínas y 2,7 gramos de grasa, con cero gramos de hidratos de carbono. Tenga en cuenta que muchas pechugas de pollo envasadas comercialmente son mucho más grandes que 3 onzas. Así que si te comes una sola pechuga, probablemente estés comiendo más que una sola ración.