Ejemplo de aditivos alimentarios
Las plantas se han utilizado para teñir de forma natural desde antes de la historia. El ser humano se percató de las propiedades tintóreas de las plantas y las ha utilizado para obtener y conservar estos colores a lo largo de la historia. Las plantas nativas y sus tintes resultantes se han utilizado para mejorar la vida de las personas a través de la decoración de pieles de animales, tejidos, artesanías, cabello e incluso sus cuerpos.
Los tintes naturales que producen colores fuertes y duraderos y que no requieren la adición de otras sustancias para obtener el resultado deseado se denominan tintes sustantivos o directos. El zumaque (Rhus spp.) y el nogal (Juglans spp.) son ejemplos de plantas autóctonas de tintes directos. Como estas especies tienen un alto contenido en ácido tánico, no necesitan que se añadan sustancias adicionales para que el tinte se adhiera a las fibras y forme una unión duradera. Los tintes que necesitan este tipo de ayuda se denominan tintes adjetivos o mordientes.
Los mordientes son sustancias químicas solubles en agua, normalmente sales metálicas, que crean un vínculo entre el tinte y la fibra, aumentando así la adherencia de los distintos tintes al artículo que se tiñe. El color real que se obtiene de un tinte natural depende no sólo de la fuente del tinte, sino también del mordiente, y del artículo que se tiñe.
Colores naturales
Los aditivos colorantes se utilizan ampliamente en varios productos alimentarios para mejorar su aspecto y sus propiedades nutricionales. Pueden definirse como “cualquier sustancia cuya adición intencionada a un alimento con fines tecnológicos (incluidos los organolépticos) en la fabricación, transformación, tratamiento de preparación, envasado, embalaje, transporte o conservación de dicho alimento da lugar, o puede esperarse razonablemente que dé lugar, a que ella o sus subproductos se conviertan en un componente del alimento o afecten de otro modo a las características de dicho alimento”. Así, se presentan todos los últimos avances relacionados con los métodos analíticos existentes y las metodologías de preparación de muestras, para su determinación y cuantificación en matrices alimentarias. Además, todos estos avances están relacionados con la información general sobre los colorantes alimentarios naturales o sintéticos existentes, junto con la información legislativa y los aspectos toxicológicos, con el fin de apoyar la importancia y la necesidad de metodologías analíticas adecuadas.
Aditivos alimentarios fda
Los colorantes naturales son tintes o colorantes derivados de plantas, invertebrados o minerales. La mayoría de los tintes naturales son tintes vegetales procedentes de fuentes vegetales -raíces, bayas, corteza, hojas y madera- y de otras fuentes biológicas como los hongos.
A lo largo de la historia, la gente ha teñido sus tejidos con materiales comunes y disponibles localmente, pero los escasos colorantes que producían colores brillantes y permanentes, como los tintes naturales de invertebrados, la púrpura de Tiro y el carmesí, se convirtieron en artículos de lujo muy apreciados en el mundo antiguo y medieval. Los tintes a base de plantas, como el sargazo (Isatis tinctoria), el índigo, el azafrán y la rubia, se cultivaban comercialmente y constituían importantes mercancías en las economías de Asia, África y Europa. En Asia, África y América se producían telas con dibujos utilizando técnicas de teñido por resistencia para controlar la absorción del color en las telas teñidas en pieza. Tintes como la cochinilla y la madera de tronco (Haematoxylum campechianum) fueron traídos a Europa por las flotas del tesoro españolas, y los colorantes de Europa fueron llevados por los colonos a América.
Aditivos alimentarios nocivos
Los colorantes naturales se obtienen de fuentes naturales. La mayoría son de origen vegetal y se extraen de raíces, madera, corteza, bayas, líquenes, hojas, flores, frutos secos y semillas. Otros provienen de insectos, mariscos y compuestos minerales. Los tintes naturales fueron la única fuente de color para los textiles, el cuero, la cestería y otros materiales hasta que se desarrollaron los tintes sintéticos en la segunda mitad del siglo XIX. De las miles de sustancias colorantes naturales, muy pocas llegaron a tener importancia comercial. Por colorante se entiende la planta u otro material del que se extrae el tinte. Las paletas completas se consiguen mediante el teñido en un baño y el teñido secuencial en dos o más baños.
Hay dos tipos de tintes naturales. Los tintes adjetivos o aditivos, como la rubia, deben utilizar un mordiente (una sustancia química que fija el tinte) para unirse a las fibras. Son el tipo más común y se han utilizado durante al menos 2.000 años. Los tintes sustantivos se adhieren a la fibra sin usar un mordiente o contienen tanino, un mordiente natural. Algunos ejemplos de tintes sustantivos son el cártamo, la cochinilla y el nogal negro. Los mordientes son compuestos químicos que se combinan con la fibra y el tinte formando un puente químico entre ambos. La rubia, la cochinilla y otros tintes naturales de importancia comercial son policrómicos, lo que significa que producen diferentes colores con diferentes mordientes. Los mordientes más comunes son los ácidos orgánicos débiles, como el ácido acético o el tánico, y las sales metálicas, como el sulfato de aluminio, amonio o potasio, el sulfato ferroso y el sulfato de cobre. Por lo general, el tejido que se va a teñir se hierve a fuego lento en una solución de mordiente antes de teñirlo (pre-mordante). Otras opciones son añadir el mordiente al baño de tintura o tratarlo con otro mordiente después del teñido para cambiar el color.